Ambos presidenciables elevaron el tono con miras al último debate televisivo de la campaña, organizado por Anatel para este martes, y que definirá buena parte del clima de la recta final.
A menos de una semana del balotaje presidencial, los comandos de José Antonio Kast y Jeannette Jara aceleraron al máximo su despliegue territorial y comunicacional. Conscientes de que los días que quedan son decisivos, ambos candidatos se trasladaron al norte del país, territorio clave donde el líder del PDG, Franco Parisi, obtuvo su mejor desempeño en primera vuelta y que hoy se ha convertido en el principal botín electoral en disputa.
Mientras Kast sostuvo una agenda privada en Antofagasta, Jara hizo lo propio en Iquique. Desde estas ciudades, los dos elevaron el tono con miras al último debate televisivo de la campaña, organizado por Anatel para este martes, y que definirá buena parte del clima de la recta final.
El debate de la ARCHI, realizado la semana pasada, ya anticipó los ánimos. En esa instancia, la candidata oficialista dejó en claro su estrategia: tensionar a Kast para forzarlo a cometer errores. En su comando la evaluación fue favorable, mientras en sectores de la derecha se instaló cierta incomodidad por respuestas evasivas del republicano en materias como las 40 horas, la eutanasia o los indultos. Aquello impulsó una ofensiva del oficialismo para instalar dudas sobre las propuestas de Kast, lo que derivó en presiones internas en Chile Vamos para que el candidato entregue mayor claridad.
El equipo de Kast, por su parte, decidió contraatacar. Acusaron que la campaña de Jara está “instalando fake news” y el propio candidato utilizó sus redes sociales para asegurar que no eliminará las 40 horas ni la PGU. Este domingo, en un punto de prensa, Kast subió todavía más el tono y acusó directamente a Jara de “mentir”. “La candidata de la continuidad solo utiliza mentiras para afirmar situaciones que quiere que yo conteste”, afirmó, respondiendo además a la controversia generada por los dichos del diputado José Meza sobre la posibilidad de conmutar penas incluso a condenados por delitos sexuales contra menores.
Kast insistió en que responderá “consultas reales” en el debate de Anatel y adelantó que sorprenderá con sus respuestas. Sin embargo, su desempeño ante las preguntas persistentes sobre la expulsión de migrantes genera inquietud en su sector. Hasta ahora no ha explicado cómo ejecutaría la expulsión de 300 mil personas en situación irregular y este domingo solo reiteró que quienes estén en Chile “tienen 94 días para abandonar el país”, sin detallar el mecanismo.
La polémica desatada por Meza también será una de las pruebas más difíciles para Kast en el debate. Según dirigentes de la derecha, existe preocupación por el impacto electoral de esa controversia, pese a que Kast afirmó que la idea no forma parte de su programa y apuntó al Gobierno. “Los únicos que han defendido a un abusador están sentados en el gobierno”, dijo el viernes.
Desde Iquique, Jara reforzó su estrategia de confrontar a Kast. Además de presentar propuestas locales, cuestionó la “improvisación” del republicano respecto de la política migratoria. “He visto propuestas de expulsar 300 mil migrantes, después invitarlos a salir, después que ellos mismos paguen el pasaje, después que el empleador les pague el pasaje. Noto un nivel de improvisación tremendo”, declaró desde la Caleta Riquelme.
También lo emplazó por la controversia generada por Meza, asegurando que el discurso del diputado republicano busca preparar el terreno para justificar indultos a condenados como Miguel Krassnoff. Jara afirmó que dichas posturas podrían abrir la puerta para que personas condenadas por abusos sexuales a menores obtengan beneficios carcelarios. “Eso es inaceptable, no tiene ninguna justificación, aunque tengan 70 u 80 años”, sostuvo.
La ofensiva de Jara no es improvisada. Su comando ha distribuido minutas comunicacionales diarias con instrucciones para vocerías y dirigentes oficialistas. En una de ellas, difundida durante el fin de semana, se pide recalcar que Jara “va de frente, con propuestas concretas”, a diferencia de Kast, a quien describen como un candidato de respuestas ambiguas. El documento advierte que el republicano constituye una “amenaza directa a la PGU, a la gratuidad, a las tres causales y a la indemnización por años de servicio”.
Estas directrices han sido replicadas por las vocerías oficialistas, como la diputada Gael Yeomans, quien en programas televisivos ha cuestionado insistentemente la falta de “respuestas concretas” de Kast. A esto se suma el despliegue ordenado por los partidos del oficialismo, cuyos timoneles fueron instruidos a movilizarse activamente para asegurar votos en favor de Jara.
La candidata también ha sido acompañada por figuras de su sector. En Iquique estuvo junto a Juan Carlos Urzúa, líder del Partido Liberal, y durante la semana será respaldada en otras regiones por presidentes de partidos de la alianza.
Con este telón de fondo, ambos comandos se preparan para un debate que promete ser el más intenso de la campaña. Para Kast, será la oportunidad de despejar dudas y evitar errores; para Jara, un espacio clave para tensionar al adversario y movilizar indecisos.
La cuenta regresiva ya comenzó. Y en una elección estrecha, cada palabra y cada gesto pueden inclinar la balanza.
PURANOTICIA