
La hija menor del fallecido dictador presentó una querella contra uno de sus hermanos mayores, acusándolo de apropiarse indebidamente de una serie de inmuebles que estaban a nombre de su padre.
La hija menor del fallecido dictador Augusto Pinochet Ugarte, Jacqueline Pinochet Hiriart, presentó en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago una querella contra uno de sus hermanos mayores, Marco Antonio, acusándolo de apropiarse indebidamente de una serie de inmuebles que estaban a nombre de su padre y que son parte de la herencia que dejó el excomandante en jefe del Ejército.
Según publicó La Tercera en el libelo, la mujer describe una serie de situaciones que a su juicio se enmarcan en la figura penal de “maltrato habitual”, una conducta vinculada a delitos de violencia intrafamiliar.
A continuación, los hechos que relata la querella y que serán indagados por el Ministerio Público en sede penal:
“Mi representada es la hija menor de los cinco hijos nacidos del matrimonio entre Augusto Pinochet Ugarte y Lucía Hiriart Rodríguez, ambos fallecidos. Luego del fallecimiento de ambos, y habiéndose abierto la sucesión, la totalidad de los bienes quedados al fallecimiento de ambos ingresaron a la masa hereditaria de la que mi representada es parte”, señala en el documento el abogado Jorge García.
Explica que “dentro de los bienes que componen la comunidad hereditaria” existen 8 bienes inmuebles, entre los que se incluyen casas en la playa, un departamento en Vitacura, la casa de Los Boldos, en Santo Domingo, y la parcela de El Melocotón, en San José de Maipo.
“La totalidad de los inmuebles antes señalados fueron objeto de la medida cautelar de prohibición de celebrar actos y contratos ordenada por el 21 Juzgado Civil de Santiago con motivo de acción civil iniciada por el CDE. Ahora bien, pese a lo anterior, la Corte Suprema autorizó a la sucesión la posibilidad de celebrar contratos de arriendo respecto de los referidos inmuebles”, apuntan.
Jacqueline Pinochet, en su querella, destaca que esto último es de vital importancia, ya que como están autorizados para celebrar arriendos, al menos ella nunca ha sido consultada o ha recibido algún dinero de esos negocios.
Su abogado explica al tribunal que “luego del fallecimiento de su padre, su madre dio mandato de administración a su hermano Marco Antonio, mandato terminado por expresa disposición de la ley con fecha 16 de diciembre de 2021".
En esa línea, se lee en la acción criminal que Jacqueline Pinochet “tomó conocimiento de que en virtud del referido contrato se realizaron una serie de actos de disposición respecto de una gran cantidad de bienes muebles e inmuebles pertenecientes a la sucesión, pero que para la verificación de los cuales jamás compareció y de los que nunca se ha rendido cuenta de ninguna naturaleza”.
La mujer acusa que una vez que Lucía Hiriart muere, recién ahí se enteró que varias de las casas habían sido arrendadas y que nunca ella lo autorizó, mucho menos recibió dinero por ello.
Jacqueline Pinochet pide que la Fiscalía investigue a su hermano y lo lleve a juicio para que sea condenado. Para ello aporta una serie de antecedentes.
“El querellado realizó diversos actos de administración y disposición, sin la autorización de ninguno de los miembros de la comunidad hereditaria y respecto de la totalidad de los bienes que constituían la masa hereditaria, distrayendo hacia sus cuentas corrientes particulares los precios de venta y cánones de arriendos de los diversos muebles e inmuebles que constituían el haber”, según se detalla.
Junto con esto, se expone que “pese a los esfuerzos de mi representada en orden a obtener información fidedigna respecto de cómo se habían ejecutado los diversos actos de administración que se realizaron, de los cuales solo existen documentos parcializados, aislados y carentes de soporte, esta siempre fue negada tajantemente por el querellado”.
Fue en esa búsqueda por despejar qué estaba pasando con los bienes de sus padres, es que habrían comenzado los maltratos, según expone la mujer.
“Como se señaló, pese a los constantes requerimientos de información, estos siempre fueron rechazados, con insultos y descréditos de diversa naturaleza que por lo general apuntaban a la situación familiar de la querellante, sus relaciones interpersonales y el supuesto favoritismo del que se le acusaba sin existir razón alguna para ello”.
Toda esta situación, según se relata en el documento, empeoró con el fallecimiento de Hiriart. “La situación se volvió prácticamente incontrolable, toda vez que se le negó toda posibilidad de acceso a información respecto de cómo se estaban administrando “de facto” los bienes muebles e inmuebles que componían la masa hereditaria".
El abogado de la hija de Pinochet asegura que “el querellado desplegó una serie de actos violentos con el solo objeto de aislar del grupo familiar a mi representada y finalmente evitar a toda costa cualquier posibilidad de que esta pudiese tener acceso a los bienes que componen la comunidad hereditaria como a los frutos provenientes de los actos de disposición realizados por el querellado, provocando graves perjuicios patrimoniales a esta como serios daños emocionales a la misma".
En esa línea, explican ante la justicia, “el querellado no ha escatimado esfuerzos durante todos estos años en desplegar actos de diversa índole con el solo objeto de privar a mi representada de cualquier relación con el núcleo familiar”.
Sin ir más lejos, denuncian, “desde el año 2019 a la fecha el querellado ha negado acceso a mi representada al interior de la hacienda familiar ubicada en la comuna de Santo Domingo, loteo ubicado en el sector de Los Boldos de la señalada comuna, lugar en el cual se ubican varias cabañas y una capilla en la cual se encuentran los restos de los padres de mi representada, a la que desde la señalada fecha se le ha negado acceso, mediante amenazas y referencias a órdenes directas del querellado a los cuidadores del lugar con objeto de privar cualquier acercamiento al lugar, coartando de forma arbitraria la posibilidad de visitar los restos mortales de sus padres".
A modo de ejemplo, Jacqueline Pinochet expone que su hermano por concepto de arriendos se ha quedado para sí de forma indebida con más de $160 millones solo por un bien inmueble, por lo que el perjuicio para ella y el resto de los hermanos podría ser aún mayor.
Lejos de extinguirse en tribunales los líos de platas del clan Pinochet, a dos décadas de la muerte de Augusto sus hijos reactivaron ofensivas, esta vez por una herencia que para el Fisco debería haber estado en manos del Estado.
(Imagen: CNN Chile)
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