
El candidato presidencial participó en un conversatorio organizado por la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y la Asociación Gremial de Turismo y Comercio del Centro Histórico de Santiago (Tuchs).
En el marco del ciclo de encuentros con postulantes a La Moneda, el candidato presidencial independiente, Harold Mayne-Nicholls, participó en un conversatorio organizado por la Cámara Nacional de Comercio (CNC) y la Asociación Gremial de Turismo y Comercio del Centro Histórico de Santiago (Tuchs).
El encuentro giró en torno a los desafíos económicos y de seguridad que enfrenta el país.
Durante su intervención, el periodista de profesión destacó que su equipo de campaña se encuentra instalado en la intersección de calle Nueva York con Paseo Ahumada, en pleno casco histórico de Santiago.
La elección del lugar, explicó, responde a una convicción personal: “Si se busca recuperar los cascos históricos de todas nuestras comunas, necesariamente los que tenemos algún liderazgo tenemos que estar instalados ahí”, según consigna La Tercera.
En materia económica, el expresidente de la ANFP subrayó la necesidad de generar "confianza y empatía" para atraer inversión extranjera: “La empatía la tenemos que lograr de una manera de desatar el crecimiento en el país”.
Fue enfático al criticar la permisología, señalando que los trámites excesivos están deteniendo el desarrollo: “Yo creo que eso nos tiene frenado muchísimo a la inversión. Como el dinero no tiene camiseta, como el dinero no tiene color, cuando aquí alguien se demora 7-8 años en sacarle rendimiento a su capital, se lo lleva al vecino, donde quizás en 3 años ya le saca rendimiento, o quizás en menos”.
Propuso incorporar inteligencia artificial para agilizar procesos, explicando que “tiene que haber una comunicación entre el Estado, el gobierno, y las organizaciones privadas, en donde se permita que la inteligencia artificial sea la que te revise todo. Y si cumpliste con todo, vamos para adelante y echémosles a los proyectos”.
Y reiteró su diagnóstico: “La permisología nos está matando la posibilidad de la inversión de los extranjeros y de muchísimos chilenos que prefieren ir afuera porque es más fácil”.
En el ámbito de seguridad, el candidato planteó que no se debe partir desde cero, sino mejorar lo que ya existe: “Mantener las políticas de seguridad que ya se vienen desarrollando y no empezar desde cero”.
“Evidentemente hay algunas que han dado más resultados que otras. Las que han dado resultados hay que mantenerlas todas. Y las que no, hay que pulirlas para que den resultados”, agregó.
Además, llamó a terminar con lo que denominó “la industria del miedo. “Hay que transmitirle confianza a la ciudadanía y la única manera de hacerlo es terminar con la industria del miedo que se ha instalado en el país”.
Para ello, propuso un enfoque colaborativo, que consiste en “dialogar con el gobernador, con los alcaldes, con los delegados presidenciales y evidentemente con los privados”.
Y cerró con una declaración sobre su estilo de liderazgo: “Yo nunca he estado en la arena política, yo estoy en la gestión. Y yo me voy a encargar de que ese diálogo se produzca, exista y lleve resultados. Esa va a ser mi obligación”.
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