
El expresidente de la ANFP recalcó que no pertenece ni ha pertenecido “a ningún movimiento ni partido político”.
El candidato presidencial independiente, Harold Mayne-Nicholls, recalcó que no pertenece ni ha pertenecido “a ningún movimiento ni partido político”.
"Yo creo que hoy día eso marca la diferencia respecto del futuro, porque los compromisos políticos después hay que cumplirlos y en el caso mío no existen, por lo tanto, yo voy a cumplir con los compromisos con los votantes, con las chilenas y los chilenos, no con aquellos que formen parte de mi conglomerado", aseguró en entrevista con radio Pauta.
El periodista destacó, además, que, junto con la abanderada del oficialismo, Jeannette Jara, son los únicos candidatos que no han “estado en otra contienda presidencial”.
Respecto a los desafíos para gobernar sin pertenecer a ningún partido político, señaló que eso se irá “construyendo, la parte técnica, la parte de los cargos”.
“Y después yo no tengo duda alguna que cuando nosotros presentemos propuestas en el Congreso (…) tanto los diputados como los senadores, cuando vean el beneficio país que hay detrás y no un beneficio por un grupo determinado, van a trabajar en las propuestas y van a ayudar a sacarla adelante", aseguró.
Reconoció que su independencia puede ser vista como una debilidad a la hora de gobernar, pero cree que la experiencia previa le da confianza. “La ingenuidad es la misma que me preguntaron cuando dije que iba a traer a Bielsa. Llegó Bielsa. Trabajó Bielsa”, recordó.
“Lo que nosotros tenemos que traer en nuestro Gobierno es lo que se ha perdido: la mesura, la cordura, la templanza, la tolerancia”, expresó.
Sobre su electorado, el expresidente de la ANFP señaló que busca llegar al 52% que aún no define su voto: “Ese 52% es lo que nosotros, evidentemente, estamos saliendo a buscar”.
En materia de economía, Mayne-Nicholls propuso “desatar el crecimiento” mediante confianza a inversionistas y reducción de la “permisología”, incorporando inteligencia artificial para agilizar trámites.
Respecto a la seguridad, sostuvo que debe ser abordada integralmente: “No es solo seguridad ciudadana y pública, también en salud, educación, vivienda, en todos los aspectos de la vida”.
En migración, el candidato se mostró crítico de medidas como zanjas o rejas en la frontera y defendió soluciones tecnológicas: “Yo no creo en soluciones como las zanjas (…) hemos estado trabajando con sensores que activan drones y avisan a las patrullas”, explicó.
Agregó que su propuesta contempla instalar estos dispositivos en los pasos más utilizados entre San Pedro de Atacama y Chacalluta, con un costo aproximado de 12 a 15 millones de dólares.
A su juicio, quienes ingresen de manera irregular deben ser devueltos inmediatamente. “Para mí, entrar de manera ilegal a cualquier país del mundo es un delito”, afirmó, y subrayó que Chile debe ejercer soberanía en su frontera norte. Recalcó que, aunque reconoce el aporte de parte de la migración, también existen costumbres que “no son las nuestras y no tenemos que dejarlo ingresar al país”.
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