El presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), Mario Benítez, sostuvo que el caso confirma advertencias que la organización viene planteando desde hace años sobre la penetración del crimen organizado en las cárceles chilenas.
El presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios (ANOP), Mario Benítez, reaccionó a la red de corrupción detectada en Gendarmería.
En entrevista con radio Pauta, sostuvo que el caso confirma advertencias que la organización viene planteando desde hace años sobre la penetración del crimen organizado en las cárceles chilenas.
Desde el inicio, Benítez subrayó que el fenómeno no corresponde a hechos aislados. “Cuando el crimen organizado se apodera de las cárceles (…) hay un riesgo importante para la democracia del país”, afirmó, insistiendo en que “lo ocurrido debe interpretarse como una amenaza a la seguridad nacional y no solo como un problema administrativo”.
El dirigente explicó que, “si bien Gendarmería mantiene adecuados niveles de control perimetral y bajas tasas de evasión, enfrenta serias dificultades para ejercer control efectivo dentro de los recintos. El hacinamiento, la sobrepoblación y la escasez de funcionarios por módulo han facilitado la actividad de redes criminales con alto poder económico”.
Añadió que “el ingreso masivo de bandas extranjeras ha transformado la dinámica carcelaria”. La población penal extranjera, dijo, pasó de cerca del 3% a aproximarse al 20%, lo que incrementó la presión sobre los funcionarios y multiplicó los intentos de corrupción.
A este escenario se suma una cultura institucional debilitada, con falencias en la formación, en los procesos de selección y en la carrera funcionaria. La falta de incentivos, los bajos sueldos y las escasas posibilidades de ascenso generan vulnerabilidad frente a la cooptación del crimen organizado, aunque Benítez recalcó que “nada justifica la corrupción”.
Finalmente, el presidente de la ANOP advirtió que “la crisis debe enfrentarse con investigaciones profundas, sin distinciones de rango, y con reformas estructurales que fortalezcan la identidad, la disciplina y las condiciones laborales de Gendarmería”. De lo contrario, alertó, los esfuerzos del Estado por combatir el crimen organizado seguirán debilitándose desde el interior de las cárceles.
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