El hecho ocurrió a las 21:00 horas de este miércoles en la intersección de calle Arturo Prat con avenida Matta, en el marco de un procedimiento focalizado en el Teatro Caupolicán.
visitas
El general director de Carabineros, Ricardo Yáñez, no ocultó su desazón después de que un funcionario de la institución fuese asesinado tras recibir un disparo en la cabeza en el centro de Santiago.
El hecho ocurrió a las 21:00 horas de este miércoles en la intersección de calle Arturo Prat con avenida Matta, en el marco de un procedimiento focalizado en el Teatro Caupolicán.
Cuando un cabo iba a fiscalizar a un automóvil Audi, color gris, los ocupantes le dispararon dos veces en la cara, sufriendo uno de los impactos en el cráneo.
Fue trasladado de urgencia en una ambulancia del SAMU a la ex-Posta Central, donde cerca de las 2:00 horas perdió la vida.
La víctima se llamaba Daniel Rodrigo Palma Yáñez, un cabo primero motorista que tiene 9 años de servicio en la institución. Era casado, padre un pequeño de tres años y un bebé en camino, siendo oriundo de la ciudad de Rancagua.
Tras acudir al centro asistencial donde estaba internado Palma, el general Yáñez indicó: "Ya basta de que sigan matando a los que nos cuidan, ya lo he dicho. Hoy día hay un hijo, una esposa sufriendo, una institución que está sufriendo".
El timonel de la policía uniformado advirtió que "la violencia con la que están actuando estas personas, obviamente nos va a obligar a buscar otra estrategias para poder enfrentarla".
"Que el delincuente que hoy día quiso matar a este carabinero, ojalá crea esconderse, porque lo vamos a buscar y lo estamos buscando con todos nuestros medios. No vamos a descansar y los vamos a encontrar", avisó.
Finalmente, acusó que "no vamos a descansar hasta que los encontremos, no nos podemos permitir que gente que está luchando por la seguridad de nuestro país, venga un delincuente de la forma que lo hace y le dispare en la cabeza un carabinero".
El incidente ocurre el mismo día en que el Congreso despachó la ley Naín-Retamal, que establece una serie de mecanismos para la protección de las policías, incluyendo una legítima defensa privilegiada que ha causado reparos desde la izquierda y organizaciones de derechos humanos.
PURANOTICIA
