El municipio multiplicará la televigilancia y reabrirá hitos urbanos, confirmando además el regreso de los fuegos artificiales en la Torre Entel.
A doce meses de asumir la conducción de la Municipalidad de Santiago, el alcalde Mario Desbordes delineó el rumbo que marcará su segundo año de administración, con un énfasis renovado en seguridad, vigilancia y recuperación del entorno urbano. El jefe comunal aseguró que la capital “está volviendo a ponerse de pie”, tras una etapa inicial marcada por finanzas deterioradas, irregularidades y daños institucionales.
En su balance, Desbordes destacó que el comercio formal está repuntando, que los espacios públicos muestran señales de recuperación y que el comercio ilegal ha retrocedido en sectores emblemáticos. “Los barrios comienzan a renacer”, afirmó.
Para el 2025, el municipio desplegará una expansión sin precedentes en vigilancia. El alcalde anunció la llegada de más guardias municipales, nuevos vehículos y un proyecto que permitirá multiplicar por cinco las cámaras de televigilancia existentes. A ello se sumará la ampliación de los puntos de seguridad Smart City, priorizando zonas con mayor demanda comunitaria.
“Estamos preparando proyectos para tener mucha mayor capacidad en materias de seguridad”, subrayó, reafirmando que esta será la prioridad central de su segundo año.
El jefe comunal también detalló iniciativas destinadas a reactivar hitos urbanos que permanecían cerrados o deteriorados. Entre ellos, la reapertura de la piscina de Quinta Normal, la restauración del Puente Los Carros, la entrada en funcionamiento del Cesfam Erasmo Escala y el retorno del uso cultural del Castillo Hidalgo. Además, confirmó el regreso de los fuegos artificiales de Año Nuevo en la Torre Entel.
Uno de los puntos más destacados fue la evaluación del trabajo realizado en el barrio Meiggs, presentado como un “laboratorio” del nuevo modelo de recuperación comunal. Según cifras municipales, la primera etapa habría logrado una reducción del 72% en los delitos respecto del tercer trimestre de 2024.
La meta ahora es replicar ese esquema en otros sectores complejos, entre ellos Franklin y el eje Mapocho–La Chimba, donde persisten problemas de abandono, deterioro y alta presencia de comercio informal.
Pese a los avances, Desbordes llamó a la cautela: “Hemos avanzado, pero falta muchísimo trabajo por hacer. La anterior administración nos dejó una situación muy complicada, pero lo importante es que vamos a sacar adelante esta comuna”, concluyó.
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