
La crítica situación en los penales, que incluye fugas y deficiencias en el control de reos, demuestra que el sistema no está preparado para enfrentar las complejidades de las redes de delincuencia organizadas.
La crisis en las cárceles chilenas ha alcanzado un punto crítico, evidenciado por los recientes errores en la liberación de reclusos en Santiago 1, Copiapó, La Serena y Temuco, además de la fuga de tres reos desde la cárcel de Valparaíso. Estos hechos han puesto en el centro del debate la fragilidad de Gendarmería para manejar el avance del crimen organizado, que opera y recluta desde el interior de los penales.
El diagnóstico de la situación fue lapidario en la voz de Christian Alveal, ex director de Gendarmería (2018-2022). En conversación con radio Universo, advirtió que la inestabilidad de las prisiones es una "situación de extremada fragilidad para el Estado", y que si el control de estos recintos "queda en manos del crimen organizado, lo que vamos a perder es el estado de derecho". Alveal explicó que, por más de una década, la institución ha carecido del presupuesto necesario para fortalecer sus capacidades cualitativas frente al nuevo perfil criminal.
Esta misma idea fue compartida por Claudio Martínez (ex director 1993-1997), quien en una entrevista con Mega afirmó que el país tiene "cárceles de los 90 para crímenes del 2025". Según él, los delincuentes de hoy tienen un mayor "grado de preparación intelectual y formativa", lo que les permite orquestar "fugas tan sofisticadas como esta". La situación es aún más crítica para la llegada de líderes de alta peligrosidad como Larry Changa del Tren de Aragua, lo que, según el coronel Andrés Muñoz de la Asociación de Oficiales, sobrecargará un sistema ya colapsado.
La realidad de la crisis se refleja en las cifras. El país registra un hacinamiento promedio del 143,2%, con 60.759 presos para una capacidad de solo 42.416. En la región de Atacama, el hacinamiento llega a un alarmante 238,5%, mientras que Valparaíso, escenario de la última fuga, presenta un 193% de sobrepoblación, con casi 3.600 reos en un penal construido para poco más de 1.800.
PURANOTICIA