Carolina Grillet, exesposa de Eduardo Cruz-Coke y madre de los mellizos de 17 años asesinados, entregó una declaración que apunta directamente a Trinidad Cruz-Coke, hermana del fotógrafo y tía de las víctimas.
Carolina Grillet, exesposa del fotógrafo y madre de los dos adolescentes asesinados en La Reina, entregó una contundente declaración a la policía, en la que detalló que Trinidad Cruz-Coke, hermana y tía de las víctimas, los intentó envenenar con anterioridad.
En su declaración, a la que Mega accedió de forma exclusiva, confirmó que el 3 de noviembre de 2024, Trinidad y su esposo intentaron asesinar a Eduardo Cruz-Coke.
"Eduardo me llamó por teléfono diciéndome: 'Carola, la Trinidad me trató de matar, me envenenó, por favor ven a ayudarme'. Su voz era somnolienta y su estado de conciencia un poco alterado. Fue como un llamado de auxilio. En esa ocasión estaba con los niños en su casa de La Cañada. Le pregunté por ellos y me dijo que ellos estaban bien", comentó.
Al llegar a la casa, "Eduardo me contó que en la tarde había llegado Jorge Iván Ugalde con un postre y un helado con frutillas y chubis, diciéndole que Trinidad le había mandado eso para que comieran. Eduardo se comió toda su porción. No obstante, mis hijos señalaron que no quisieron comerla porque tenía un sabor raro y malo, como a remedio, lo cual Eduardo también me señaló".
Tras ello, Eduardo fue atendido de urgencia en una clínica, aunque nunca realizó una denuncia porque no contaban con el dinero para costear los exámenes que debían determinar la sustancia que le dieron.
La madre de los menores contó que cuando ocurrió el triple crimen, ella estaba en Bariloche: "Mientras estuve de viaje tuvimos comunicación fluida, hablamos muy normal y no noté nada extraño, estaba feliz con los niños. Hablamos hasta el viernes 17 en la noche y coordinamos que él junto a uno de mis hijos me iban a ir a buscar al aeropuerto".
El día del asesinato no tuvo contacto con Eduardo ni con sus hijos, pero "a eso de las 21:00 horas comencé a llamar a Eduardo y a mis hijos, pero ninguno me contestó, razón por la cual llamé a mi hermano, ahí me comunicó que mis hijos y Eduardo estaban fallecidos. Le pregunté qué había pasado y me dijo que al parecer habían entrado a robar, pero que no sabía mucho lo que había ocurrido", relató.
En un principio, la Fiscalía le mencionó que investigaban un parricidio con posterior suicidio, pero "inmediatamente le señalé que no había posibilidad que fuera así. Eduardo amaba a sus hijos más que nadie, era el mejor padre del mundo y tampoco creía posible que Eduardo se quitara la vida", aseguró.
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