"Siento que el primer desafío es reponer la credibilidad, la dignidad y la eficacia en la política exterior chilena que se perdieron durante el gobierno de Sebastián Piñera”, dijo el ex Minsitro.
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El exministro de Relaciones Exteriores y exembajador en Estados Unidos y la ONU, Juan Gabriel Valdés, manifestó que una de las primeras tareas del gobierno de Gabriel Boric en materia de política exterior será recuperar la credibilidad, dignidad y eficacia de ésta.
En declaraciones al programa “Tolerancia Cero” de CNN Chile, donde el político se refirió al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, expresó que “siento que el primer desafío es reponer la credibilidad, la dignidad y la eficacia en la política exterior chilena que se perdieron durante el gobierno de Sebastián Piñera”.
Afirmó que “creo que la dignidad de Chile no estaba en hacer un espectáculo como el de Cúcuta y el participar en una situación como la que vivimos entonces, que en realidad es una vergüenza. Siento que Chile perdió ahí dignidad, y creo que la actitud de Chile en términos del respeto al derecho internacional, del respeto a la soberanía de los países y a la soberanía de los procesos y a los derechos humanos ha sido marcada en este período”.
“Boric tiene que recuperar eso y lo va a hacer y siento que el equipo que ha nombrado es capaz de hacerlo”, agregó.
Valdés también se refirió al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11). “Debemos plantearnos un TPP en el cual aquellas cosas que nos molestan, que debemos revisarlas, las podemos corregir y hay algunas cosas que son dignas de ser mejoradas en el TPP”, aseguró.
Añadió que “yo soy partidario de que se llegue a un momento en el cual se discuta el TPP y se firme el TPP, pero creo que hay reformas que hay que hacer”.
Respecto a la invasión de Rusia a Ucrania, el exministro calificó al mandatario ruso Vladimir Putin como “un hombre frío” y recordó que cuando estuvo en nuestro país para la APEC de 2004 “me tocó estar con él con el Presidente Ricardo Lagos y me acuerdo perfectamente de la poca receptividad que él tuvo frente a cualquier expresión de gratitud de Chile por la protección que Rusia les había dado a los exiliados chilenos en el período de la dictadura militar. Fue como si no hubiese tocado el tema”.
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