
Una investigación del Observatorio Nutricional Nestlé y la Universidad Finis Terrae expone el desconocimiento sobre la salud de los menores y señala el alto precio y la escasa oferta de alimentos saludables como obstáculos clave para las familias.
Una nueva edición del Observatorio Nutricional Nestlé y la Universidad Finis Terrae ha entregado un detallado panorama sobre los hábitos alimenticios en los hogares chilenos, revelando una marcada desconexión entre la realidad y la percepción de los padres. El estudio, realizado por la empresa de investigación de mercado Ipsos a 600 padres y madres de niños entre 2 y 15 años, expone que un contundente 81% de los cuidadores declara que sus hijos tienen un peso normal, mientras que solo un 14% percibe sobrepeso u obesidad.
Esta cifra contrasta drásticamente con los datos oficiales del Mapa Nutricional de la Junaeb, que afirman que el 51% de los escolares presenta alguna de estas condiciones médicas. Esta brecha de 37 puntos "sugiere que el exceso de peso infantil se ha normalizado en el entorno familiar y/o que existe una tendencia de negación del exceso de peso en los niños", mencionó el estudio.
La investigación profundizó en las dificultades prácticas que enfrentan los padres para brindar comida sana a sus hijos. Las principales barreras son la poca oferta de alimentos saludables (24%) y sus altos precios (18%), seguidas por la aversión de los niños a ciertos alimentos (17%). Al respecto, el académico de la U. Finis Terrae, Edson Bustos, señaló que la "poca oferta que ellos consideran disponible" es un desafío para la industria y las familias.
El estudio también analizó la planificación de las comidas. Mientras que un 64% de los padres declara organizar los almuerzos y cenas de sus hijos con antelación, un 57% reconoce improvisar con lo que hay en casa. Esta cifra de improvisación es aún mayor en los segmentos socioeconómicos bajos, donde planificadores e improvisadores se dividen en partes iguales. La alta presencia de aplicaciones de delivery también influye, pues los padres las usan por promociones (36%), ahorro de tiempo (35%) y comodidad (34%).
El informe puso el foco en el sedentarismo y la relación de los niños con la tecnología, factores que afectan directamente su nutrición. La actividad física extraescolar es escasa, y en contraste, los niños pasan un promedio de 3 horas diarias frente a una pantalla. Este hábito afecta la alimentación, ya que el 38% de los menores come frente a dispositivos electrónicos durante la semana, cifra que se eleva al 47% los fines de semana, lo que representa un aumento del 7% con respecto a 2024.
Además, el estudio consultó sobre el vínculo entre salud mental y la percepción del peso corporal. Los resultados revelaron una baja conciencia de los padres al respecto (solo 27%). Sin embargo, entre quienes sí reconocen el sobrepeso en sus hijos, un 46% declaró que el niño se compara con otras personas, 44% que se ha sentido avergonzado o criticado por su cuerpo, y un 30% se ha sentido aislado por este tema.
Ignacia Larraechea, gerente de Nutrición de Nestlé Chile, sintetizó que "el estudio revela una preocupante desconexión entre la percepción de los padres y la realidad del sobrepeso infantil". Concluyó que la falta de tiempo, el uso intensivo de pantallas y la dificultad económica para acceder a alimentos saludables son factores que están afectando directamente la salud de los menores.
PURANOTICIA