La directora ejecutiva de Juntos en la Calle, Karina Soto manifestó que "incluso si se duplica o triplica la inversión, tampoco se solucionaría" el problema.
La directora ejecutiva de Juntos en la Calle, Karinna Soto, se refirió a los resultados de la encuesta Cadem que mide la percepción social de la situación de calle en Chile y abordó varios aspectos sobre las causas estructurales que subyacen a este problema.
En entrevista con radio ADN, explicó que “la encuesta refleja una realidad actual evidenciada en todo el mundo: el aumento de las personas en situación de calle. Todo esto marcado por los problemas habitacionales exacerbados por la pandemia”.
“En ciudades como Los Ángeles o San Francisco se ha declarado una alerta humanitaria en los últimos años por este tema, porque luego de la pandemia hubo un déficit habitacional tan grande que hay muchas personas que no acceden a sus viviendas. Y la situación de calle es eminentemente un problema de vivienda. Para llegar a la calle tú lo que tienes que tener es ninguna opción de tener un techo”, señaló.
“Las personas llegan a la calle por diversos motivos, siendo los quiebres familiares una causa significativa. Es una buena noticia que la sociedad chilena esté viendo más causas estructurales, como la falta de acceso a viviendas, educación, salud mental, y apoyo familiar, que contribuyen en gran cantidad a este fenómeno y eran causas invisibles”, indicó la directora ejecutiva de Juntos en la Calle.
“Hoy en día, con lo que se invierte en el país, cerca de 70.000 millones de pesos, el problema no se resuelve. Incluso si se duplica o triplica la inversión, tampoco se solucionaría. Necesitamos trabajar en los prejuicios sociales. Si no hacemos un espacio en las creencias de los chilenos a partir de un diagnóstico base, no nos sirve que simplemente haya más servicios”, recalcó.
Consultada por la percepción sobre la migración como causa de la situación de calle, la directora ejecutiva de Juntos en la Calle aclaró que las cifras no respaldan esta creencia. “Las cifras indican que no es así. En 2019, hubo efectivamente un aumento en las grandes ciudades, y la gente de Arica e Iquique, por supuesto, lo vive de manera diferente. Sin embargo, a nivel nacional, estamos hablando de que entre el 15% y el 20% de la población en situación de calle es migrante”.
“Hay un tema de humanidad que nos duele. Pero también hay un deterioro urbano. Se deteriora el barrio donde estamos. Muchas veces no puedo llevar de manera segura a mi hijo a jugar a una plaza. Empiezan a combinarse situaciones que para los chilenos son de prioridad. Se confunde esto con la seguridad”, sostuvo.
“Las personas en situación de calle son víctimas de redes de explotación, de narcotráfico y explotación sexual. Están mucho más vulnerables que otras poblaciones. Eso agrava el costo social. Cada desalojo que hace un alcalde cuesta entre 1 y 2 millones de pesos. Eso significa que el gobierno de Santiago está gastando más de 1500 millones de pesos solamente en desalojos de rucos. Ojalá hagamos otro tipo de estrategias para hacer algo más a mediano plazo”, complementó.
Respecto a los niños en situación de calle, la directora ejecutiva lamentó el cierre del programa Red Calle Niños, que brindaba apoyo a esta población vulnerable. “Estamos muy preocupados por esta situación y hacemos un llamado a que este tipo de programas no se cierre”.
Al finalizar, Karinna Soto anunció que próximamente se reunirán con representantes de las 20 comunas que presentan la mitad de este problema. “Vamos a presentarles nuestras estrategias y ofrecer colaboración para tener mejores soluciones en cada territorio”.
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