La Aduana Metropolitana se querelló por el delito de contrabando, sin perjuicio de otros que surjan durante la investigación, y solicitó pena de presidio más el pago de una multa de $133.764.380.
Agentes aduaneros sorprendieron a una pareja ingresando a Chile por el aeropuerto internacional de Santiago con más de 26 millones en joyas ocultas entre sus ropas. Entre los artículos decomisados a la pareja que viajaba desde Madrid se cuentan aros, gargantillas y anillos de oro y diamantes.
El primero en ser fiscalizado fue el hombre, de nacionalidad chilena, quien informó a los funcionarios que no portaba productos para declarar. Sin embargo, en su equipaje había cajas y estuches portajoyas vacíos. Con todas las alertas levantadas, los fiscalizadores realizaron una inspección física de las ropas del sujeto.
Los agentes encontraron ocultos 43 productos como aros, cadenas, gargantillas, colgantes y pulseras de oro con incrustaciones de piedras preciosas, incluyendo certificados de autenticidad. De los antecedentes recabados se confirmó que la procedencia de las joyas era Qatar.
En tanto, su pareja, también chilena y proveniente de Madrid, fue fiscalizada de manera similar. Tal como el hombre, negó portar artículos qué declarar ante aduanas, pero, en la revisión se hallaron entre sus ropas y adosadas a su cuerpo 11 colgantes, 10 anillos, 20 pulseras y 39 pares de aros, todos de oro y diamantes, además de otras joyas de uso personal. La mujer también viajaba con los certificados de autenticidad de los artículos que ocultaba.
El avalúo total de las mercancías transportadas por ambas personas realizado por Aduanas, incluyendo el impuesto adicional que pagan las joyas en Chile, supera los 26 millones de pesos.
El director de la Aduana Metropolitana, Rodrigo Díaz, indicó que “es un caso que impresiona porque se trata de una pareja seleccionada para revisión por nuestros funcionarios y que efectivamente, transportaba una cantidad muy importante de joyas ocultas entre sus ropas".
"Pudimos constatar que los artículos eran ofrecidos en redes sociales, y que ella, con mucha seguridad, aceptaba encargos mientras aún compraban en el extranjero. Aquí hay un interés evidente de burlar los controles aduaneros y evitar el pago de los impuestos correspondientes”, añadió.
La Aduana Metropolitana se querelló por el delito de contrabando, sin perjuicio de otros que surjan durante la investigación, y solicitó pena de presidio más el pago de una multa de $133.764.380.
En la audiencia de control de detención se aceptaron las medidas cautelares solicitadas por la fiscalía, arraigo nacional y firma quincenal, mientras que Aduanas, en su calidad de querellante, solicitó además el arresto domiciliario nocturno de la pareja, lo que también fue acogido.
El tribunal ordenó un plazo de 120 días para investigar.
(Imagen: Aduanas)
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