El vocero de la Federación de Trabajadores de Farmacias, Mauricio Acevedo, señaló que las cadenas "tienen convenios exclusivos con cinco de las isapres más grandes del país", motivo por el cual algunos pacientes "podrían ver interrumpida la continuidad de sus tratamientos".
Caótica es la situación que se proyecta en el país ante la eventualidad que se materialice a contar de la próxima semana la huelga votada a favor por el 90% de los trabajadores de las farmacias Salcobrand y Ahumada.
Y es que la paralización de funciones implicaría problemas a nivel nacional para los pacientes con enfermedades crónicas, pues ambas cadenas de farmacias tienen convenio con las principales isapres del país.
El vocero de la Federación de Trabajadores de Farmacias y presidente del sindicato de Salcobrand, Mauricio Acevedo, señaló que esta cadena "tiene convenios exclusivos con cinco de las isapres más grandes del país", motivo por el cual algunos pacientes "podrían ver interrumpida la continuidad de sus tratamientos".
Cabe recordar que la decisión de ir a huelga fue adoptada como una forma de exigirle a sus empleadores mejor condiciones laborales y que ésta se hará efectiva a contar de la próxima semana en caso que no se llegue a acuerdo.
El problema se originó cuando se les notificó el incremento de $90 en el ítem de movilización y de $380 en el de colación, situación considerada como una "burla" por los trabajadores, más aún tomando en cuenta que "con la inflación y el alza de los precios, se hace insostenible poder mantener a las familias en estas condiciones".
Acevedo aseguró que existen "trabajadores de segunda categoría", pues "el sindicato de químicos farmacéuticos ya negoció el incremento y les ofrecieron mucho más", mientras que "los auxiliares de farmacia, asistentes de sala, consejeros y todo el resto del personal, debe conformarse con los $90 y $380".
Frente a los problemas que traería consigo la eventual huelga de los funcionarios de Salcobrand y Ahumada, un grupo de diputados se reunió con los sindicatos para abordar la situación y emplazar al empresariado a abrirse al diálogo, alertando de esta manera sobre los riesgos que tendría la paralización para los pacientes.
El diputado por la región de Valparaíso, Tomás Lagomarsino (IND-PR), quien preside la Comisión de Salud de la Cámara Baja, expuso que "la protesta ocurre en el contexto de un país donde tenemos, según el último informe de listas de espera, 67 mil garantías de Oportunidad GES vencidas".
En esa línea, agregó que "una de estas farmacias tiene convenio de exclusividad con varias Isapres, y pone presión a esta cantidad enorme".
En tanto, la diputada Karol Cariola (PC), también integrante de la Comisión de Salud, pidió asumir que "una paralización de trabajadores y trabajadoras de farmacias chilenas prividas generaría un tremendo daño para cientos de usuarios GES y para la gran mayoría de chilenos y chilenas". Por ello, llamó al empresariado a "abrir la posibilidad del diálogo y responder a las demandas de los trabajadores".
Por su parte, el también diputado por la V Región, Andrés Celis (RN), recordó que “existe la circular 350 de la Intendencia de Fondos y Seguros Previsionales de Salud, donde se detalla que ante eventuales cierres de locales, faltas de stock o demoras en la entrega de medicamentos serán las isapres, en su calidad de prestadores, quienes deberán asegurar la entrega de los productos prescritos por el médico tratante y que formen parte de la canasta de beneficios GES. Por lo mismo llamo a las aseguradoras a preparar un plan de contingencia que se adelante a estas posibles huelgas”.
Por último, en la misma línea, la diputada Ana María Gazmuri (AH) manifestó que "la salud debe estar en el centro, es algo que está en el corazón de lo que necesitamos transformar y garantizar. Y por supuesto, que esta amenaza de desabastecimiento e interrupción del cumplimiento de las garantías GES nos parece gravísima".
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