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Denunciante desmiente ocho puntos de la declaración de Manuel Monsalve ante fiscales

Denunciante desmiente ocho puntos de la declaración de Manuel Monsalve ante fiscales

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La funcionaria de Interior de 32 años compareció ante los fiscales Francisco Jacir y Mariela Cid durante dos días: el 13 y 14 de marzo, donde se le pidió que repasara otra vez los hechos que había denunciado hace casi 5 meses atrás.

Denunciante desmiente ocho puntos de la declaración de Manuel Monsalve ante fiscales
Miércoles 28 de mayo de 2025 16:39
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La denunciante de Manuel Monsalve desmintió y refutó la declaración que dio el exsubsecretario del Interior ante la Fiscalía, en el marco de la acusación por violación y abuso sexual.

La funcionaria de Interior de 32 años compareció ante los fiscales Francisco Jacir y Mariela Cid durante dos días: el 13 y 14 de marzo, donde se le pidió que repasara otra vez los hechos que había denunciado hace casi 5 meses atrás. Además, se le interrogó por la extensa versión que entregó su supuesto agresor.

Según consignó Meganoticias, en su declaración, la exautoridad señaló que una de las razones para creer que existía un “interés” de parte de la mujer hacía él, era que ella reaccionaba con corazones rojos a sus mensajes.

“No era habitual, lo encontraría muy extraño si un compañero de sexo masculino me enviara un corazón. En la formación que yo tengo el enviar una flor, un chocolate en forma de corazón, en mi formación es más de un hombre a una mujer. El corazón es que una persona tiene un afecto con la otra persona, nadie más de la subsecretaría me contestaba mensajes enviándome corazones, lo entendía como una muestra de interés hacia mi persona… Lo puedo entender como un cierto coqueteo”, relató.

Estos dichos fueron descartados por la mujer, quien explicó que “la reacción con un corazón a un mensaje en WhastApp que he hecho, tanto respecto de Manuel Monsalve como de alguna otra persona, como Gustavo Herrera o Ricardo Lillo, se debe a dar un ok o gracias por algo. Nunca ha tenido otro significado que ese, ni menos en particular un de tipo afectivo o sexual”.

En cuanto a un supuesto libro que le víctima habría tenido la intención de regalarle Monsalve, el exsubsecretario afirmó que le contó “que estaba leyendo un libro, "Un verdor terrible", y que en mi escritorio había un libro "Maniac" y se generó una idea de que el libro me lo había regalado ella, eso no sé quién lo dijo, ni de dónde surgió esa idea”.

Al respecto, la denunciante aclaró no le regaló “el libro "Maniac", ni ningún otro libro a Manuel Monsalve, sino que de lo que se trata, es que Camilo Araneda (funcionario de la División de Gobierno Interior y amigo de Boric) iba a estar de cumpleaños y yo le consulté a Ricardo Lillo (funcionario de Interior) por una sugerencia de regalo y un libro al respecto, y así es que él me recomienda ese libro, haciendo referencia a que el subsecretario lo tenía sobre su escritorio y que incluso ya varios lo estaban leyendo. Es de este modo que yo compro dos libros, uno de regalo para Camilo y otro para mí".

Por otro lado, en su declaración, la exautoridad asegura que el encuentro del 1 de septiembre que tuvo lugar en el Costanera Center y en el Parque Uruguay, fue la víctima quien le preguntó qué era lo que buscaba y que fue ella quien utilizó el concepto “relación sexoafectiva”.

La denunciante recalca que le preguntó “a él si estaba casado. Esa pregunta la hice a pesar de conocer que la respuesta era que sí. Fue la forma que tuve de confrontarlo, ante el cambio incómodo de la conversación… Cuando me respondió me dijo que estaba casado, pero que viajaba poco a Biobío. Ahí me explicó que la relación con su esposa no era una relación sexoafectiva, sino que era una relación afectiva. Él me lo comentó. Yo nunca usé esas palabras, no es efectivo que yo lo haya dicho”.

Respecto a este mismo encuentro, Monsalve aseveró que cuando estaban en el Parque Uruguay, sentados en el pasto, “ella me acerca un poco a mí y me dice: “¿Qué es lo que buscas?”, “¿una relación afectiva o sexoafectiva?”, y le agrega a la pregunta, si “¿ahora tienes una relación?” En ese momento la conversación gira, porque ella se me acerca, se sonríe, y yo me acerqué a ella, le hice una caricia, y me dice que hace tiempo que no la acarician, y nos damos un beso mutuo, no hay gesto de rechazo o resistencia, termina el beso y sigue la conversación, le digo en broma que si cree que soy el octavo pretendiente (...). Nos dimos un beso mutuo que debe haber durado cinco segundos, lo que entendí es que había un interés en mi persona, de ella hacía mí”.

La versión de la subalterna es que “él se acercó a mí y de un momento a otro, de improviso me da un beso en la boca, que debe haber durado unos 5 a 7 segundos. En ese momento yo quedé paralizada, no atiné a resistir o rechazarlo o correrme para que no siguiera, por el impacto que me causó. Se trataba de mi jefe y una autoridad importante del país. Me parecía una situación irreal. No es efectivo que fuera yo quién le da un beso a él, es al revés la situación”.

Además, Monsalve mencionó que cuando al despertar en la mañana del 23 de septiembre en la habitación 719, fue a buscar un paracetamol y que le dio uno a la mujer, pero que ella ya había sacado una botella del frigobar y además la pieza olía a cigarro cuando despertó, aclarando que él jamás fuma en la habitación.

La víctima dijo que él “fue el primero en decir que no se acordaba de nada (de la noche anterior), pero yo le dije antes que no me acordaba de la cantidad de pisco sour que me había tomado. La pieza no tenía olor a cigarro. No tenía una botella de agua en el velador al lado de la cama”.

Sobre el posible ataque sexual, Monsalve declaró: “Me recosté al lado, ella extendió su brazo derecho hacía mí, no recuerdo qué me dijo, pero asumí que el gesto era como ‘no te molestes’, por lo que me quedé recostado al lado de ella. En todo esto ha pasado toda la mañana y en algún momento, creo que cerca del mediodía, dijo ‘sabes qué, me tengo que ir”.

En tanto, la mujer señaló que fue víctima de una agresión sexual la mañana del 23 de septiembre por parte del exdiputado. “No es cierto lo que él dice, es como que estuviera dando vuelta lo ocurrido, culpándome a mí de algo que le hice a él”, manifestó.

Según la versión de Monsalve, dos días después, le envía un mensaje a la denunciante para que fuera a su oficina. Él afirma que ahí discutieron sobre lo que pasó la noche del 22 de septiembre y que seguían sin recordar cómo llegaron hasta el Hotel Panamericano.

En cambio, la víctima dice que en esa reunión solo hablaron de temas estrictamente laborales. Y que la primera conversación que tienen sobre lo ocurrido fue el 2 de octubre, siendo el viernes 4 de octubre cuando le dijo Monsalve que no había consentido tener relaciones sexuales con él.

El último punto que las declaraciones se contradicen tiene relación con la posibilidad de acudir a PDI. La denunciante comentó que el 2 de octubre discutieron la posibilidad de contactar a la jefa de Inteligencia de la PDI para inspeccionar las cámaras del restaurante y el hotel.

Monsalve dice que “ella indica que yo el día 2 de octubre le señalé que hablaría con la jefa de inteligencia de la PDI, esto es imposible, porque la decisión se tomó posteriormente el jueves 10. Le dije: ‘Te quiero advertir que una vez que hable con la policía es seguro que se va a filtrar, tengo asumido lo que esto implica para mí, que es dejar el cargo y tú vas a estar involucrada en un hecho público, por lo cual te quiero pedir tu opinión y acuerdo’. Ella se quedó como un poco golpeada, no había evaluado la situación, no había dicho ni sí ni no. Le dije ‘si lo quieres pensar, tienes dos días para hacerlo’. La reacción inmediata de ella fue decir ‘sí, pero lo que yo hice, no lo hice consciente’. Le contesté que sí, sí sé que no te acuerdas, justamente por eso quiero que lo averigüe la policía”. “Tengo la impresión de que cuando le dije que hablaría con la policía ella se asustó (…). El miércoles 9 se me empieza a comentar que ella no le contestaba a nadie del gabinete, le escribí por WhatsApp para preguntarle si la podía llamar, porque iba a tener que hablar con la policía, sin recibir respuesta”.

En su nueva declaración, la funcionaria recuerda que “la segunda vez que hablé con él en persona, el viernes 4 de octubre de 2024, le dije expresamente que yo no había consentido en tener relaciones sexuales con él, y que ni siquiera si hubiera estado consciente habría pensado en eso. Ante lo cual no respondió nada. Yo intenté que él me dijera lo que me había pasado en la muñeca, porque seguía sangrando, qué pasó con el golpe en la cabeza, todo eso. Nunca creí lo que él me dijo de que no se acordaba, pues evadía la conversación y hablaba de su carrera política, no se notaba que actuara como alguien que no supiera lo que había pasado, sino que evadía lo que yo le preguntaba”.

“Fue en esa instancia que surgió la idea de la ir a la PDI, a mí se me ocurrió esa idea, porque yo quería saber todo lo que había pasado, y fue entonces que él dijo que podía hablar con la jefa de inteligencia de la PDI, pero que si lo hacía, se iba a saber todo, y no le parecía esa idea, pues buscaba proteger su imagen pública. Él me dijo que esos funcionarios policiales podían revisar las cámaras, yo no supe nada más después de esa reunión”, añaden.

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