
El tribunal acogió el recurso presentado por la familia de la mujer, sentando un precedente sobre la responsabilidad de las isapres de cubrir medicamentos de alto costo para enfermedades catastróficas.
La Corte de Apelaciones de Santiago ha emitido un fallo que obliga a la isapre Cruz Blanca a cubrir el medicamento para una paciente con cáncer de mama en etapa cuatro, en una resolución que llega de forma póstuma.
La mujer falleció hace un año, un trágico desenlace que no detuvo la lucha legal de su hijo, el abogado Pablo Viollier, que llevó el caso hasta las últimas instancias para hacer justicia por su madre.
El conflicto se originó en la negativa de la isapre de financiar el Everolimus, un fármaco que, según la aseguradora, no cumplía los criterios para ser cubierto. Cruz Blanca argumentó que el medicamento era "off-label" y que no estaba registrado en el programa GES, por lo que su valor de aproximadamente 500 mil pesos debía ser asumido por el paciente.
Sin embargo, el tribunal desestimó completamente la posición de la aseguradora. En su dictamen, la Corte demostró que el Instituto de Salud Pública (ISP) mantiene el registro del Everolimus para el cáncer de mama avanzado desde el año 2009. El fallo incluso citó el estudio clínico BOLERO-2 de 2012, que prueba su eficacia. El tribunal concluyó que la negativa de la isapre fue un error injustificado, ya que la paciente contaba con la prescripción del medicamento por parte de su oncólogo, incluso de la Clínica Bupa, prestador de la propia isapre.
A pesar de que la sentencia no pudo salvar la vida de María Inés, su caso ha sentado un precedente clave para otros pacientes en situaciones similares. El fallo envía una clara señal a las instituciones de salud previsional sobre su obligación de cubrir tratamientos que, aunque costosos, están médicamente probados y cuentan con la aprobación legal, poniendo en evidencia la burocracia que a menudo obstaculiza el acceso a la atención médica oportuna.
PURANOTICIA
(Imagen de referencia)