"Estamos confiados que los chilenos quieren una nueva Constitución, pero no el texto presentado por la Convención", dice parte de la carta firmada por constituyentes.
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Un grupo de convencionales de Vamos por Chile criticó duramente el proceso constituyente a través de una declaración pública, calificándolo como uno de los "grandes fracasos de la historia institucional de nuestro país".
Partieron recordando que "el 15 de noviembre del 2019, diversas fuerzas políticas transversalmente representadas, firmaron un "Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución". El objetivo era canalizar institucionalmente el desencuentro social en el que Chile se encontraba a través de un nuevo pacto social que nos devolviera la tan anhelada paz para nuestro país".
"El procedimiento utilizado correspondió a una Convención Constitucional integrada por 155 miembros, de la cal quienes suscribimos la presente carta fuimos parte, con la esperanza de poder escribir una Constitución equilibrada, que surgiendo de un proceso democrático fuera capaz de volver a unirnos como chilenos", mencionaron.
Expusieron que "la democracia es un sistema que va mucho más allá de la imposición de mayorías sobre minorías. La democracia es diálogo, es deliberación, es respeto y amistad cívica. La democracia es un conjunto de reglas que nos permiten poneros de acuerdo de manera pacífica entre personas que piensan distinto".
"Sin embargo, lamentablemente nos encontramos con una Convención motivada por un ánimo completamente refundacional y revanchista, secuestrada por una mayoría circunstancial que abuso permanentemente de su poder. Abusos que se materializaron en diversos acontecimientos bochornosos y reiterados saltos a las reglas que los suscritos denunciamos constantemente ante la opinión pública", dijeron.
Aseguraron que hicieron "todo lo humanamente posible para participar de forma propositiva en este proceso. Levantamos propuestas en todos los temas presentando más de 220 iniciativas convencionales constituyentes, apoyamos iniciativas populares de norma, y fuimos responsables con la labor encomendada hasta el último día. Sin embargo, nos encontramos con una izquierda atrincherada en su ideología radical profundamente decidida en escribir sola el texto".
"La Constitución de la Convención, lejos de dar respuesta a las legítimas demandas de la ciudadanía, contiene una serie de graves deficiencias que pone en riesgo nuestra convivencia democrática, entregándole a las personas incertidumbre e inseguridad. Un texto, que, en vez de cumplir con su rol principal, el cual es limitar el poder del Estado para proteger a las personas de las arbitrariedades de este, termina siendo lo opuesto, una herramienta de los políticos para someter a las personas. Se desequilibran gravemente nuestras instituciones republicanas y se multiplica de manera desmedida una burocracia estatal, que terminará absorbiendo los recursos que debían enfocarse en los chilenos y sus necesidades", fustigaron.
Criticaron que "la Constitución de la Convención establece ciudadanos de primera y segunda categoría, discriminándolos en función de etnias y desconociendo que las personas somos iguales por el hecho de tener la misma dignidad humana. La plurinacionalidad, como la establece la Constitución de la Convención, nos divide, destruyendo la igualdad ante la ley, desmembrando nuestro territorio, creando sistemas de justicia distintos y estableciendo escaños y estatutos jurídicos privilegiados para algunos, solo por hecho de pertenecer a un pueblo indígena".
"La Constitución de la Convención propone recetas fracasadas y trasnochadas en materia de derechos sociales, no cumpliendo con el anhelo ciudadano de un mayor bienestar que esperanzó a los chilenos y sus familias en noviembre de 2019", dijeron.
Acusaron que "se pidió más seguridad y la respuesta de la Convención fue debilitar las policías; se pidió mejor educación y la respuesta de la Convención fue poner en riesgo la viabilidad educación subvencionada; se pidió mejor salud y la respuesta de la Convención fue crear un sistema que tendrá como consecuencia un aumento en las listas de espera, congestionará el sistema público y terminará con la libertad de elegir; se pidió mejores pensiones, y la respuesta de la Convención fue crear un sistema público que pone el foco en empoderar al Estado en la administración de estas, en vez de garantizar buenas y justas pensiones; se pidió cumplir el sueño de la casa propia, y la respuesta de la Convención fue garantizar un derecho acceso a la vivienda, pero solo asegurando el goce de esta, mas no la propiedad".
"Quienes firmamos esta carta, tenemos la tranquilidad de que hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para poder entregarle a nuestro país una buena Constitución y para representar de la mejor manera posible a toda la gente que nos eligió y confió en nosotros para este desafío histórico. Sin embargo, el texto que se presenta hoy representa una Constitución de pasado y no de futuro, una Constitución que no toma los puntos que nos unen, sino que todo aquello que nos divide, separa y enfrenta. Es por esto, que no adherimos a la Constitución de la Convención", aseveraron.
La misiva luego expresa que "la Convención Constitucional será recordada como uno de los grandes fracasos de la historia institucional de nuestro país, y el texto que surge de este accidentado e irregular proceso carecerá de la legitimidad necesaria para representar a todos los chilenos. Pese a este fracaso, estamos conscientes que la historia no se acaba ni termina con esta Convención, y que de este proceso se pueden aprender importantes lecciones que nos permitan tener una buena Constitución, distinta a esta propuesta, en un futuro próximo. Estamos confiados que los chilenos quieren una nueva Constitución, pero no el texto presentado por la Convención".
"Estamos seguros de que nuestra patria merece más, merece una nueva oportunidad, y es por ello que quienes suscribimos esta declaración nos comprometemos firme y decididamente en apoyar futuros process de cambios, en impulsar una nueva instancia que permita damos la Constitución que sea la esperanza de un futuro más próspero, y que permita a cada chileno y sus familias llevar adelante sus proyectos de vida en paz y en libertad", concluyeron.
Esta declaración fue firmada por Rodrigo Álvarez, Margarita Letelier, Carol Bown, Eduardo Cretton, Ricardo Neumann, Katerine Montealegre, Marcela Cubillos, Pablo Toloza, Ruth Hurtado, Alfredo Moreno, Claudia Castro y Cecilia Ubilla.
PURANOTICIA
