El Sexto Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Santiago condenó a Aldo Hernández Valdés como autor del delito consumado de colocación, activación y detonación de artefacto explosivo. Además, deberá purgar 61 días de reclusión por el delito de daños.
El Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago condenó a Aldo Matías Sebastiano Hernández Valdés a 10 años y un día de presidio efectivo por la colocación, activación y detonación de un artefacto explosivo en diciembre de 2021.
Además, recibió otras cinco condenas por delitos cometidos el 22 de diciembre de 2022 en Quintero: tráfico de drogas (5 años y un día más multa de 40 UTM), tenencia de arma hechiza (3 años y un día), posesión ilegal de municiones y cultivo de marihuana (541 días cada uno, más otra multa de 40 UTM), y daños (61 días).
El tribunal lo absolvió de múltiples cargos formulados por el Ministerio Público, entre ellos lesiones frustradas a funcionarios de Gendarmería, receptación de vehículos, tenencia de armas convencionales y fabricación de explosivos.
Su hermano, Lucas Ignacio Hernández Valdés, fue condenado por hechos ocurridos el mismo día en Pedro Aguirre Cerda. Recibió tres penas de 3 años y un día por tenencia ilegal de arma convencional, arma hechiza y explosivos; además de 600 días por posesión de municiones y 541 días por cultivo de marihuana, con multa de 40 UTM. También fue absuelto de los cargos por fabricación de armas y explosivos.
El tribunal ordenó la incorporación de la huella genética de Aldo Hernández Valdés al registro nacional de ADN de condenados, pero excluyó a Lucas Hernández Valdés por razones legales vinculadas a la vigencia de la Ley 21.694. El comiso de las especies incautadas fue decretado.
La decisión fue adoptada por los jueces Marcela Soto Galdames, Laura Torrealba Serrano y Washington Jaña Tapia, quien presentó una prevención respecto a la calificación del delito de tráfico de drogas.
El Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago dio por acreditado que, durante la madrugada del 27 de diciembre de 2021, Aldo Matías Sebastiano Hernández Valdés, junto a un acompañante no identificado, se trasladó en motocicleta desde El Bosque hasta el edificio de la Dirección General de Gendarmería, en calle Rosas 1274, Santiago. Portaban un artefacto explosivo compuesto por nitrato de amonio y proyectiles balísticos, oculto en un bolso. El acompañante colocó y activó el dispositivo, que detonó minutos después, causando daños avaluados en $11.200.000 en infraestructura y mobiliario.
Aunque había funcionarios en el recinto, el tribunal concluyó que no se acreditaron lesiones, ni siquiera en grado de frustración, por lo que se descartaron los cargos por afectación física a personal de Gendarmería. Tampoco se logró probar que la motocicleta utilizada fuera una Honda CB1 con encargo por robo, ni que Hernández Valdés participara en su posterior incendio en Pedro Aguirre Cerda, por lo que fue absuelto de los delitos de receptación y daños.
El segundo hecho acreditado ocurrió el 22 de diciembre de 2022, cuando Carabineros ingresó —con autorización judicial— a un domicilio de Aldo Hernández Valdés en Loncura, Quintero. En el lugar se encontraron cartuchos balísticos de diversos calibres, una escopeta hechiza, 842,9 gramos de marihuana elaborada y siete plantas de cannabis de entre 25 cm y 1,2 metros de altura.
Ese mismo día, en otro operativo, Carabineros ingresó al domicilio de Lucas Ignacio Hernández Valdés en Pedro Aguirre Cerda. Allí se incautaron 261 gramos de pólvora negra, municiones, una pistola calibre 7,65 mm con cargador, dos escopetas hechizas y tres plantas de cannabis de entre 40 y 78 cm.
PURANOTICIA