
Los comentarios fueron duramente cuestionados por el Gobierno de Bolivia y el presidente Luis Arce.
Un fuerte cruce diplomático se generó a raíz de las declaraciones de la diputada María Luisa Cordero, quien, en plena sesión de la Cámara, se refirió al pueblo boliviano. La parlamentaria afirmó que los bolivianos tienen una "disminución del oxígeno cerebral" y que esa condición se traduce en la "tontorronez de los vecinos", lo que provocó el inmediato rechazo de las autoridades de Bolivia, incluido su presidente, Luis Arce.
El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, fue enfático al condenar las palabras de la diputada a través de su cuenta de X. "Rechazamos enérgicamente las expresiones xenófobas hacia el pueblo boliviano, las que no representan desde ningún punto de vista el sentir del Estado y del Gobierno de Chile. El racismo y la xenofobia son inaceptables", sentenció el canciller.
A su vez, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, reforzó la postura del Ejecutivo, subrayando la voluntad de su administración de "seguir profundizando los caminos de convergencia a las mejores relaciones con Bolivia".
La pronta reacción de ambos ministros busca delimitar claramente la posición diplomática del país y evitar un mayor escalamiento del conflicto.
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