Fue el pasado viernes 24 de junio cuando los ocho colaboradores del departamento de Comunicaciones se enteraron de su salida durante una reunión con el ecónomo Mauricio Domínguez -administrador de finanzas de la entidad religiosa.
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El Arzobispado de Santiago desvinculó a todos sus periodistas tras aludir a un proceso de reorganización. Sin embargo, los afectados apuntaron a otras razones detrás de la medida.
Según informó La Tercera, fue el pasado viernes 24 de junio cuando los ocho colaboradores del departamento de Comunicaciones se enteraron de su salida durante una reunión con el ecónomo Mauricio Domínguez -administrador de finanzas de la entidad religiosa- y un miembro de Recursos Humanos.
Mediante un comunicado, el Arzobispado informó el inicio de "un proceso de reorganización del área de comunicaciones. Los nuevos desafíos en la evangelización y la realidad actual nos invitan a una profunda reflexión para adecuar las estructuras a las necesidades de hoy, considerando que las comunicaciones son fundamentales para el anuncio del Evangelio, contribuir a la transparencia y fortalecer los vínculos como comunidad".
“La administración de la Arquidiócesis se ve en la necesidad de poner término a los contratos de trabajo de los profesionales que se desempeñaban en esta Dirección, a quienes agradecemos profundamente toda su entrega, compromiso y dedicación”, añadió la misiva.
Sin embargo, uno de los afectados apuntó a "razones económicas" detrás de la decisión. “Nos dijeron que estaban con problemas de plata y que por eso se cerraba el departamento, y que no había planes, al menos en el corto plazo, de reabrir la repartición”, narró al citado medio.
Otro de los desvinculados fue más allá y aludió a la crisis que enfrentó la institución ante las acusaciones de connotación sexual reportadas por la Conferencia Episcopal en contra del obispo auxiliar y exvicario general, Cristián Roncagliolo.
El individuo afirmó que si los despidos hubiesen sido por razones económicas, al menos uno de ellos hubiese seguido en el cargo o se les hubiera comunicado el motivo directamente. “Nada de eso ha pasado y, hasta ahora, ninguno de los obispos, menos el arzobispo Celestino Aós, se ha acercado a alguno de nosotros para entregarnos algún otro detalle”, acusó, aseverando que Aós les "hizo la cruz" tras la denuncia.
Otro de los profesionales consignó que “hubiesen dejado a uno o dos, pero despedir a la secretaria, al fotógrafo, al audiovisual y a los periodistas es raro. No ha sido fácil para nosotros, estábamos con proyectos”.
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