Irací Hassler aseguró que en su comuna “tendremos una mayor flexibilidad en temas de horarios, en los turnos a propósito de los procesos de alimentación".
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Un tanto rígido, o al menos carente de las flexibilidades necesarias. Así al menos se refirió la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, al protocolo elaborado por los Ministerios de Educación y Salud para propiciar el retorno presencial a clases en jornada completa, pese a que reconoce el interés de las comunidades por normalizar el régimen de clases.
En un acto llevado a cabo en el Internado Nacional Barros Arana, donde estudiantes egresados donan frazadas a los nuevos alumnos que llegan a residir al establecimiento. En esa oportunidad, según La Tercera, la jefa comunal se refirió al retorno a clases programado por el Gobierno para este 2 de marzo.
“Hemos considerado que el protocolo del gobierno es muy rígido, y un elemento que ha caracterizado nuestra preparación para la vuelta a clases es la flexibilidad”, declaró Hassler, quien luego agregó que “tendremos una mayor flexibilidad en temas de horarios, en los turnos a propósito de los procesos de alimentación, hemos generado comedores donde había muy poco espacio, para poder contar con las mejores condiciones”.
La alcaldesa afirmó que los 44 establecimientos educacionales municipales de Santiago ya están plenamente preparados para recibir a los estudiantes, aunque manifestó su preocupación por la evolución epidemiológica en los mismos. “Estaremos siempre en diálogo con las comunidades educativas y también con la autoridad sanitaria, así como la autoridad de educación, para poder evaluar el avance que tenga nuestra vuelta a clases”, señaló, al tiempo que garantizó un diálogo permanente “con las comunidades que nos han planteado la importancia de la presencialidad y también la importancia de poder cumplir con las distintas medidas”.
Consciente de que la presencialidad es un aspecto que despierta inquietud en padres y apoderados, la alcaldesa también refirió a la jornada escolar completa, una que deberán cumplir “con una mayor flexibilidad que efectivamente tiene que ver con cada comunidad educativa, por lo tanto, hay establecimientos que pueden tener una flexibilidad horaria para evitar eventualmente alguna aglomeración”.
“Aquí lo que nos importa es que ningún niño o niña quede sin poder venir a su establecimiento educacional por cualquier problema, es por eso que, por ejemplo, instruimos la flexibilidad con el uso del uniforme escolar”, aseveró Hassler.
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