La periodista conversó sobre el complejo momento que debió atravesar con la muerte de su hija el año 2013.
La periodista Mónica Rincón, debió atravesar uno de los momentos más complejos en la vida de cualquier ser humano: la muerte de su pequeña hija Clara, quien con dos años y cuatro meses de vida, falleció el año 2013, luego de varias intervenciones quirúrgicas.
En una conversación mientras mantenía una transmisión en vivo con Katherine Salosny, la comunicadora recordó a la pequeña Clara, quien nació el año 2011 junto a su hermano mellizo Vicente, asegurando que su hija le enseñó muchas cosas.
“Siempre he dicho que la vida privada es un tesoro, y uno más los esconde que los muestra, entonces yo cuento poquito por respeto a que Clara es también hija de mi marido y hay una familia detrás. Es un dolor fuerte”, comenzó relatando.
“Tener una hija con síndrome de down es un regalo, pero la sociedad en Chile no permite eso porque aún se discrimina mucho y porque se violan los Derechos Humanos de las personas en situación de discapacidad todos los días”, añadió en la conversación.
“Yo viví mi situación de discapacidad en una situación de privilegio, porque Clara pudo tener acceso a las terapias, los doctores. No solo es una cosa de recursos, al cariño, al amor, al orgullo de tenerla, su alegría. Para nosotros tener a la Clara fue una fiesta”, detalló Rincón.
“Lo pudimos vivir con muchísima alegría y muchísimo dolor porque la Clara partió, además fue operada muchas veces, pero lo enfrentamos con alegría porque teníamos todos los recursos de cariño, amor, amigas, amigos y es una niña que fue recibida con el mayor de los orgullos y los amores en esta familia”, indicó.
“Ella fue un regalo y pudimos vivirlo como un regalo, porque al final el mundo de las personas con discapacidad es uno al que uno no se asoma todos los días y que le cambia la perspectiva cuando a uno le pasa. Ahí es imposible no empatizar. Por lo tanto yo digo que en esta familia todos tenemos síndrome de down y para siempre”, enfatizó Mónica.
“Los regalos que nos dejó la Clara es abrirnos a la vida, al mundo de las personas en situación de discapacidad, de tener otra empatía con esos temas y sentir que es una labor de por vida”, exresó la periodista, quien añadió que “no son ni superhéroes ni angelitos, son personas con una tremenda resiliencia que es distinto. Pero obviamente te cambia la vida, y que es imposible ver para algunas personas”.
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