En esta edición recibió más de 100.000 fotografías de 158 países, tras una pausa de un año debido a la pandemia.
"Un recordatorio magnífico e inolvidable de la vitalidad y el poder sobrecogedor de la naturaleza".
Así es como Meg Goldthwaite, directora global de comunicaciones de The Nature Conservancy (TNC), describe las imágenes ganadoras de la competencia fotográfica de la organización, que promueve la conservación y busca soluciones a desafíos urgentes como el cambio climático.
En esta edición recibió más de 100.000 fotografías de 158 países, tras una pausa de un año debido a la pandemia.
El gran premio fue para el británico Anup Shah por su impresionante imagen, titulada "Malui", de una gorila occidental de llanura caminando entre una nube de mariposas en República Centroafricana.
"Me gustan las fotos que te atrapan", dijo el fotógrafo estadounidense Ben Folds, uno de los jueces del concurso.
"La cara [de la gorila]... ¿muestra tolerancia o dicha? Es muy difícil de interpretar, y los insectos te llevan hacia ella".
Latinoamérica se destacó con fotografías premiadas en Colombia, México, Argentina y Brasil.
A continuación, te mostramos algunas de las imágenes ganadoras del concurso.
Este glaciar, en la Patagonia argentina, se originó a partir de sucesivas nevadas que se acumularon y compactaron, formando una densa masa lo suficientemente viscoelástica como para poder arrastrarse por el valle.
Mientras desciende, las temperaturas aumentan y el hielo se derrite, liberando parte del aire que quedó atrapado en su interior, cuenta Miraglia.
Las incesantes lluvias en la Reserva Nacional de Masai Mara, Kenia, provocaron la inundación del río Talek.
"Estos guepardos machos buscaban cruzar el río en medio de poderosas corrientes. Parecía una tarea condenada al fracaso y nos alegramos cuando llegaron al otro lado", dice el autor de la imagen.
Cría de león marino de Galápagos (Zalophus wollebaeki), esperando a su madre en la arena de la playa, en isla San Cristóbal, Galápagos, Ecuador.
Los humanos podríamos haberlo pensado dos veces antes de talar estos árboles en Borneo y arrebatarle el hábitat a este simio gigantesco, que se aferra a lo que una vez fue su hogar.
"Los orangutanes están acostumbrados a vivir en los árboles y se alimentan de frutas silvestres como lichis, mangostanes e higos, y beben agua a sorbos en los agujeros de los árboles", explica el fotógrafo.
Todas las imágenes están sujetas a derechos de autor.
PURANOTICIA // BBC MUNDO