Ezra Blount resultó herido en la estampida que tuvo lugar el viernes 5 de noviembre durante la actuación del rapero en el festival Astroworld en Houston, Texas, Estados Unidos.
Este domingo murió en el hospital Ezra Blount, un niño de nueve años que resultó herido en la estampida que tuvo lugar el viernes 5 de noviembre durante la actuación del rapero Travis Scott en el festival Astroworld en Houston, Texas, Estados Unidos.
Así lo confirmó el abogado de la familia de Blount, la décima y más joven víctima mortal de la tragedia.
Estaba en coma inducido y con un sistema de soporte vital, pero no pudo superar el grave traumatismo cerebral, hepático y renal que le provocó el incidente.
"La muerte de Ezra es absolutamente desgarradora", dijo el abogado Ben Crump en un comunicado. "La familia Blount está de luto por la incomprensible pérdida de su preciado hijo. Este no debería haber sido el resultado de llevar a su hijo a un concierto".
"No estaba listo para perder a mi hijo", le dijo a la cadena de televisión local ABC13 el padre de Ezra, Treston Blount.
"Todavía teníamos mucha vida por delante", dijo, y describió a su hijo como un gran fan de Scott que estaba "emocionado" antes de la actuación.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, dijo que quedó "entristecido al enterarse de la muerte de Ezra".
Además de los fallecidos, cientos de personas resultaron heridas cuando la multitud comenzó a moverse rápidamente hacia el escenario.
Los abogados que representan a las más de 200 personas que reclaman haber sufrido heridas durante el evento dijeron el viernes que van a presentar otras 90 demandas contra los promotores.
Unas 50.000 personas habían asistido al festival que se estaba desarrollando en el complejo NRG Park de Houston y la multitud empezó a agolparse contra el escenario hacia las 21:15 hora local.
Con los primeros lesionados, el pánico creció y el equipo de asistencia pronto se vio abrumado por el número de víctimas, de acuerdo a las autoridades.
Los investigadores están revisando las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad y entrevistando a víctimas y testigos para aclarar qué fue lo que causó la estampida y qué impidió que la gente pudiera escapar de ella.
Las víctimas mortales tenían entre nueve y 27 años.