
Kamla Persad sostuvo que no dará marcha atrás en las políticas para frenar el tráfico de drogas y armas en el país caribeño.
Un despliegue militar de Estados Unidos en el Mar Caribe ha provocado una profunda división en la región, luego de que Trinidad y Tobago declarara su apoyo a la iniciativa. La primera ministra, Kamla Persad, se ha enfrentado a las críticas de sus homólogos en la Comunidad del Caribe (Caricom), asegurando que su decisión prioriza la seguridad nacional.
La mandataria defendió su postura afirmando que no se disculpará por combatir el narcotráfico y el contrabando de armas, los cuales, según ella, han sumido a su país "en la sangre y la violencia durante los últimos 20 años". Persad insistió en que su gobierno seguirá una "política que dé prioridad a Trinidad y Tobago", sin dejarse influenciar por la postura de otros países del bloque.
La declaración de la primera ministra ha sido calificada por el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, como un acto que "saboteó la capacidad de la región para formar un consenso". A pesar de las críticas, la Caricom aún no ha emitido una declaración conjunta oficial.
La tensión en el Caribe se extiende a Venezuela, país que comparte frontera marítima con Trinidad y Tobago. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, anunció el despliegue de buques de "mayor porte" en aguas territoriales para combatir el narcotráfico, en lo que se considera una respuesta directa al aumento de la presencia militar estadounidense en la zona.
PURANOTICIA
(Imagen US Navy)