Brasil, México, Colombia y Chile fueron las economías más beneficiadas, pero también Argentina pese a que su economía es una de las más vulnerables del continente.
En 2022, a contracorriente de lo que ocurría en el resto del mundo, la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe alcanzó un récord histórico: US$224.579 millones, un 55,2% más que el año anterior.
Esto también va en contra del llamado “Flight to Quality”, como se denomina el fenómeno que ocurre, por ejemplo, cuando la Reserva Federal de Estados Unidos sube los tipos de interés y los flujos del capital salen de América Latina y otros países emergentes y “vuela a destinos más seguros” como EE.UU.
Es decir, de países con riesgo a otros con menos.
Pero esta vez los economistas se han visto sorprendidos por una llegada inusual de fondos a las principales economías latinoamericanas a contramarcha de la tendencia global.
El peso de estos flujos en el PIB regional también aumentó, llegando a representar el 4%, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Brasil, México, Colombia y Chile fueron las economías más beneficiadas, pero también Argentina pese a que su economía es una de las más vulnerables del continente.
Todo tiene una explicación.
Los US$224.579 millones que ingresaron a América Latina y el Caribe en 2022 equivalen al PIB de Perú, la sexta economía de la región.
Para Jimena Blanco, analista jefe de la firma de consultoría estratégica y de riesgo global Verisk Maplecroft, la volatilidad global generada por la invasión Rusa de Ucrania benefició a Latinoamérica en general.
“La región se encuentra alejada del conflicto – tanto en términos geográficos como diplomáticos – y al mismo tiempo ofrece alternativas para las cadenas de suministro que se vieron disrumpidas o rotas como resultado de la guerra”.
La analista destaca las inversiones en el sector energético y en la industria agroalimentaria, incluyendo tanto la producción de granos como de fertilizantes.
“Chile, Colombia y Argentina son tres de las economías regionales que también se han visto beneficiadas por la carrera entre Oriente y Occidente por garantizar su seguridad energética, tanto en el presente como a futuro”, dice Blanco.
“Los recursos de petróleo y gas, minería (especialmente para la transición energética), y el potencial para generar energía a través de las renovables ha propiciado el aumento de flujos en los tres casos”, añade.
En este punto coincide con Marco Llinás, director de la división de desarrollo productivo y empresarial en la CEPAL, que destaca el papel que juegan las energías limpias y su poder para atraer inversiones extranjeras.
“La transición energética representa una gran oportunidad para América Latina en materia de desarrollo productivo”, dice.
Hacia finales del 2021 y principios de 2022, América Latina vio una normalización de la actividad económica tras la pandemia de covid-19.
Una y otra vez los economistas han repetido que muchos países de la región se adelantaron a la subida de tipos en Estados Unidos y llegaron a ese momento con sus economías en buena posición para afrontar el shock que siempre supone.
Y es que el endurecimiento de las condiciones financieras en la primera economía del mundo provoca, normalmente, una apreciación del dólar y una depreciación de las monedas locales de esos países de los que salen los capitales.
Pero “esta vez este fenómeno no ha sido tan intenso como en otras ocasiones, porque antes de que la Fed empezase a subir los tipos de interés, los bancos centrales de Latinoamérica ya empezaron a hacerlo para controlar la inflación”, explica a BBC Mundo, Juan Carlos Martinez Lázaro, economista y profesor de IE Business School de Madrid.
“Además, el mercado descuenta que la Fed podría empezar a bajar los tipos de interés el año que viene, por lo que muchos países de la región mantienen su atractivo para atraer inversión extranjera, pues las expectativas de negocio en ellos, se mantienen intactas”, añade Martinez Lázaro.
Los sectores que mantienen su atractivo están relacionados con el de servicios -sobre todo financieros- que mantuvo su liderazgo.
“También vale la pena mencionar que se reactivaron las entradas en los sectores relacionados con recursos naturales y con manufacturas”, señala el experto de la CEPAL.
Por diversas razones, las ganancias de muchas empresas extranjeras no salieron de América Latina en lo que supone una tendencia vista en 2022 para “maximizar el capital”.
Las filiales de grandes empresas extranjeras afincadas en la región retuvieron los beneficios en lugar de enviarlos de vuelta a la matriz.
“El shock a la economía durante el peor momento de la pandemia en 2020 hizo que muchas empresas retuvieran sus ganancias ese año, las cuales luego fueron invertidas en 2021, pero en mayor proporción en 2022”, dice Blanco.
Las ventajas de esta práctica es que se pagan menos impuestos sobre los beneficios generados, y al mismo tiempo dan acceso al crédito de manera más efectiva a filiales que de lo contrario tendrían que acceder a ellos a un precio considerablemente más alto en el mercado.
“Y a fecha de hoy, mantienen los tipos de interés notablemente más altos de los tiene la Fed, lo que hace que en países como Brasil y México frene la salida de capitales y mantiene al real y, especialmente, el peso mexicano fuertes frente al dólar”.
El más claro ejemplo de esta práctica es Argentina. Debido a las restricciones sobre el capital, las filiales en el país reinvierten las ganancias en lugar de enviarlas a su casa matriz.
“En este contexto, no es sorpresivo que EE.UU. y la UE sigan siendo la fuente de mayor inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe. Pero también hay un impacto de las tensiones geopolíticas y los planes de estímulo por parte de Washington para fomentar el nearshoring en la región”, añade la analista de Verisk Maplecroft.
Con nearshoring la experta se refiere al traslado de parte de la producción que se hace en China hacia Latinoamérica.
“De hecho, tanto México como Colombia se han visto beneficiados por esta tendencia, aunque en proporciones diferentes".
"En el caso del primero, el USMCA (acuerdo de comercio entre México, Estados Unidos y Canadá) y los nexos de las cadenas de valor integradas en la subregión juegan un rol muy importante; en el caso de Colombia, el primer gobierno de izquierda del país no ha generado un rompimiento de los fuertes lazos comerciales entre los sectores privados de ambos países”.
Brasil
Marco Llinás, director de la división de desarrollo productivo y empresarial en la CEPAL cree que hay que “tomar nota del crecimiento extraordinario que en particular se dio de la inversión extranjera directa en Brasil, que supone el 41% del total de inversión extranjera directa en la región”.
Brasil tuvo un incremento del 97% en sus ingresos de inversión extranjeradirecta que fueron a parar principalmente al sector servicios, seguido de manufacturas y recursos naturales.
México
En la industria automotriz mexicana fue importante el anuncio de Tesla, que construirá en Nuevo León una megaplanta. Un movimiento que confirma el liderazgo del país como el mayor fabricante de vehículos eléctricos en América y atrae hasta US$5.000 millones.
“Siempre insisto que la llegada de esa inversión no fue fortuita. En Nuevo León se viene trabajando una iniciativa cluster sobre el sector automotriz que hoy en día incluso es referencia a nivel mundial. Hay un trabajo articulado entre el sector público, privado y academia, trabajando por mejorar la productividad y la competitividad de ese sector”, dice Llinás.