Ethan Crumbley está acusado de usar el arma de su padre, James Crumbley, en el ataque de esta semana en la escuela secundaria de Oxford, un pueblo situado unos 60 kilómetros al norte de Detroit.
La fiscalía acusó este viernes de homicidio involuntario a los padres del estudiante señalado como autor del fatal tiroteo en una escuela de Michigan el pasado martes.
Los fiscales alegaron que los padres ignoraron las señales de advertencia, y calificaron algunas de sus acciones previas como "atroces".
Ethan Crumbley está acusado de usar el arma de su padre, James Crumbley, en el ataque de esta semana en la escuela secundaria de Oxford, un pueblo situado unos 60 kilómetros al norte de Detroit.
El estudiante se declaró inocente de múltiples cargos, incluido el de terrorismo.
James y Jennifer Crumbley enfrentan cuatro cargos cada uno y las autoridades buscaban en la tarde de este viernes a la pareja, según informaron medios estadounidenses. Se esperaba que ambos fueran procesados durante la jornada.
"Si creen que se van a salir con la suya, están equivocados", le dijo a la CNN el alguacil del condado de Oakland, Michael Bouchard.
Bouchard manifestó que varios de sus detectives junto con el FBI y las fuerzas especiales buscan a la pareja.
Pero en un comunicado conjunto enviado por mensaje de texto a la BBC, las abogadas Shannon Smith y Mariell Lehman dijeron que los Crumbleys "no están huyendo de las fuerzas de seguridad", sino que se habían ido de la ciudad la noche del tiroteo "por su propia seguridad".
Cuatro personas murieron y siete resultaron heridas en el tiroteo del martes. Las víctimas fueron identificadas como Tate Myre, de 16 años, Madisyn Baldwin, de 17, Hana St Juliana, de 14 y Justin Shilling, de 17.
La fiscal principal del condado de Oakland, Karen McDonald, reconoció este viernes que acusar a los padres por el presunto delito de un niño es muy inusual.
Según la investigación de su oficina, el joven estaba con su padre el viernes pasado cuando Crumbley compró el arma de fuego que se cree que se usó en el tiroteo.
Ethan Crumbley publicó luego en Instagram una foto de la pistola junto con un mensaje. "Acabo de recibir mi nueva belleza hoy", escribió junto a un emoji de corazón.
Justo un día antes del tiroteo, una maestra dijo que vio a Ethan buscando municiones en internet, lo que dio lugar a una reunión con los funcionarios de la escuela, explicó McDonald.
Después de ser informada del incidente, la madre de Crumbley le envió un mensaje de texto a su hijo: "Jajaja, no estoy enojada contigo. Tienes que aprender a no ser atrapado".
Y el martes por la mañana, horas antes del incidente, los padres de Crumbley fueron llamados a la escuela para una reunión urgente después de que los maestros encontraran una nota de su hijo, que incluía varios dibujos de armas y personas ensangrentadas junto con leyendas como "los pensamientos no se detendrán" y "sangre por todas partes ".
Los funcionarios de la escuela les dijeron que tendrían que buscar asesoramiento para su hijo.
Los padres de Ethan Crumbley no querían que sacaran a su hijo de la escuela ese día, dijo McDonald, no le preguntaron si tenía el arma ni revisaron la mochila que llevó al centro educativo.
McDonald explicó que los cargos están destinados a responsabilizar a los Crumbley, así como a enviar un mensaje sobre la posesión responsable de armas.
"La idea de que un padre o madre pueda leer esas palabras y también saber que su hijo tuvo acceso a un arma mortal que le dieron es inconcebible y criminal", expresó.
La fiscal señaló anteriormente que, aunque el arma se había comprado legalmente, "parece haber estado disponible libremente" para el uso del adolescente.
Según ella, el sospechoso sacó el arma de un cajón sin llave de la habitación de sus padres y la llevó a la escuela.
Ni la ley federal ni la estatal requieren que los dueños de armas las mantengan bajo llave fuera del alcance de sus hijos.
En un mensaje de video publicado en YouTube el jueves, el superintendente de la escuela, Tim Throne, dijo que, aunque el adolescente y sus padres habían sido llamados a la oficina, "no se justificaba ninguna medida disciplinaria" en ese momento.
Throne añadió que la escuela parecía una "zona de guerra" y no estaría lista para funcionar de nuevo durante semanas.
McDonald alegó el viernes que, cuando James Crumbley se enteró del tiroteo, "condujo directamente a su casa para buscar su arma" antes de llamar a las autoridades para decir que sospechaba que su hijo era el autor.
Además, señaló que luego del hecho la madre le envió un mensaje de texto a su hijo diciendo: "Ethan, no lo hagas".
"Estoy enojada como madre. Estoy enojada como fiscal. Estoy enojada como una persona que vive en este condado", dijo la fiscal.
"Había muchas cosas que podrían haber sido tan fáciles de prevenir".
PURANOTICIA // BBC MUNDO