En su momento, un jurado del condado de Cameron determinó que la madre había "golpeado y torturado" a su hija hasta la muerte.
La Corte Penal de Apelaciones de Texas suspendió este lunes la ejecución de Melissa Lucio, la mujer latina condenada a la pena de muerte por el fallecimiento de su hija, y ordenó que se revisen las pruebas sobre su posible inocencia.
La ejecución de Lucio estaba prevista para este miércoles 27 de abril.
La mujer había sido encontrada culpable en 2008 del asesinato de su hija de 2 años, Mariah Elizabeth Álvarez.
En su momento, un jurado del condado de Cameron determinó que la madre había "golpeado y torturado" a su hija hasta la muerte.
Sin embargo, después de que la mexicana-estadounidense pasara 14 años en la cárcel, sus abogados presentaron una solicitud de suspensión de ejecución sosteniendo que una nueva revisión del material probatorio del caso demostraba que Lucio es inocente y que fue coaccionada para entregar una confesión bajo presión.
La solicitud contó con el apoyo de más de 80 legisladores estatales, tanto demócratas como republicanos, y de cuatro de los miembros del jurado que sentenció a la mujer en su momento.
Este lunes, tras conocerse la suspensión de la ejecución, la defensa de Lucio hizo público un mensaje de la mujer:
"Doy gracias a Dios por mi vida. Siempre he confiado en Él. Estoy agradecido de que la Corte me haya dado la oportunidad de vivir y probar mi inocencia. Mariah está en mi corazón hoy y siempre. Estoy agradecida de tener más días para ser madre de mis hijos y abuela de mis nietos. Usaré mi tiempo para ayudar a llevarlos a Cristo. Estoy profundamente agradecida con todos los que oraron por mí y hablaron en mi nombre".
Los miembros del jurado que habían firmado la solicitud de clemencia argumentaron que tenían "serias preocupaciones" de que se les hubiera ocultado información durante el juicio inicial, y aseguraron que apoyaban una reducción de los cargos.
La Corte Penal de Apelaciones dijo en su fallo este lunes que hubo cuatro motivos argumentados por la defensa que respaldaban la suspensión de la ejecución: de no haber sido por el uso de falso testimonio por parte del estado, ningún jurado la habría condenado; la evidencia científica previamente no disponible impediría su condena; en realidad ella es inocente y el estado suprimió evidencia material favorable.
"La Corte de Apelaciones hizo lo correcto al detener la ejecución de Melissa. La evidencia médica muestra que la muerte de Mariah se ajustaba a un accidente. Si no hubiera sido por el uso de falso testimonio por parte del estado, ningún miembro del jurado habría votado para condenar a Melissa por asesinato capital porque no ocurrió ningún asesinato", afirmó Vanessa Potkin, una de sus abogadas.
Tivon Schardl, otro de sus defensores, aseguró en un comunicado que su cliente "tiene derecho a un nuevo juicio justo", al igual que el resto de los habitantes de Texas.
"El pueblo de Texas tiene derecho a un nuevo juicio justo. Los texanos deben estar agradecidos y orgullosos de que la Corte de Apelaciones le haya dado al equipo legal de Melissa la oportunidad de presentar la nueva evidencia de la inocencia", señaló Schardl.
La ejecución de Lucio se mantendrá en suspenso hasta que se resuelvan los puntos alegados por la defensa.
Según las declaraciones de Lucio a la policía, el 15 de febrero de 2007, durante una mudanza de casa, la niña Mariah se quedó sin supervisión adulta mientras sus padres estaban ocupados.
En ese entonces, la familia, que tenía 12 hijos, vivía en un pequeño apartamento de dos habitaciones en el segundo piso de un edificio en la ciudad de Harlingen, al sur del estado de Texas, casi en la frontera con México.
Lucio explicó durante el interrogatorio que, cuando se dio cuenta de que Mariah no estaba en el apartamento, salió a buscarla y la encontró llorando al pie de las escaleras, con algo de sangre en los dientes de abajo.
Sin embargo, al no encontrar otras heridas, la madre continuó con las tareas del día.
Dos días después, el 17 de febrero, sobre las 7 de la tarde, el papá de la niña llamó al servicio de emergencias 911 porque Mariah no estaba respirando.
La pequeña de 2 años se había quedado dormida en la cama de sus papás y nunca volvió a despertar.
Momentos después de enterarse de la muerte de su hija, Lucio fue interrogada por cinco agentes de policía durante más de cinco horas, sin permitirle comer, beber o dormir.
"La fastidiaron y la regañaron y le gritaron hasta que finalmente accedió a sus demandas y a la insistencia de que era culpable de hacerle daño a su hija", había dicho a comienzos de abril la abogada Sandra Babcock en diálogo con BBC Mundo.
"Debió haber una investigación libre, exhaustiva y eso no fue lo que pasó", agregó entonces.
Lo que es distinto ahora, según Babcock, es que, por primera vez desde que fue sentenciada, hubo una revisión científica de la evidencia.
Durante ese análisis, los expertos llegaron a conclusiones que dan una nueva lectura a los hechos.
Por ejemplo, para el reconocido patólogo forense Thomas Young, las heridas que presentaba el cuerpo de Mariah eran consistentes con una caída como la que Melissa les describió a los agentes de policía en su momento, debido a que la niña padecía un raro trastorno de coagulación.
En la petición de clemencia, la defensa de Melissa también criticó fuertemente la metodología utilizada por la especialista forense Norma Jean Farley, quien durante el juicio testificó que la única causa posible del fallecimiento de Mariah era el abuso.
"La doctora Farley falló al no considerar la historia médica previa de Mariah, la cual incluía dificultad para caminar y caídas documentadas (causadas por un trastorno), al igual que una herida traumática cerebral anterior; información sobre el comportamiento de Mariah días antes de morir, incluyendo exceso de sueño y una pérdida de apetito, los cuales eran consistentes con trauma a la cabeza luego de una caída accidental", argumentó la defensa en la solicitud.
Según el documento, la doctora Farley también falló al no tener en cuenta el trastorno de coagulación de Mariah durante sus testimonios.
PURANOTICIA // BBC MUNDO