Los partidarios del clérigo Muqtada al-Sadr se oponen a la nominación de un candidato rival a primer ministro.
Cientos de manifestantes se infiltraron en zona de alta seguridad en Bagdad y entraron al edificio del Parlamento iraquí.
Los partidarios del clérigo Muqtada al-Sadr se oponen a la nominación de un candidato rival a primer ministro.
La alianza política de Al-Sadr obtuvo la mayor cantidad de escaños en las elecciones generales de octubre pasado, pero no está en el poder debido al estancamiento político que siguió a la votación.
La policía disparó gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes. No había legisladores presentes en ese momento.
El grupo penetró en la Zona Verde de Bagdad, que está muy bien vigilada y alberga varios de los edificios más importantes de la ciudad capital, incluidas algunas embajadas.
Una fuente le dijo a la agencia de noticias AFP que las fuerzas de seguridad inicialmente parecían haber detenido a los intrusos, pero luego "asaltaron el Parlamento".
El actual primer ministro de Irak, Mustafa al-Kadhimi, pidió a los manifestantes que abandonaran el edificio mientras la multitud cantaba, bailaba y se acostaba sobre las mesas.
Los disturbios siguen a nueve meses de estancamiento político, durante los cuales las disputas entre las diferentes facciones del país han impedido la creación de un nuevo gobierno.
Al-Sadr, un clérigo chiita que se opuso a la intervención estadounidense en Irak, reclamó la victoria de su movimiento nacionalista Saeroun tras las elecciones de octubre.
Pero desde entonces ha resultado imposible construir una nueva coalición de gobierno, ya que Al-Sadr se ha negado a trabajar con sus rivales.
Él y sus seguidores se han opuesto a la candidatura de Mohammed al-Sudani a primer ministro, ya que creen que es demasiado cercano a Irán.
Las escenas del miércoles sirvieron como recordatorio de las múltiples crisis que enfrenta Irak, a pesar de su condición de país rico en petróleo.
Protestas masivas estallaron en 2019 en medio de la ira pública por la corrupción, el desempleo y el estado de los servicios públicos.
Cientos de personas fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad en ese momento, según Human Rights Watch.
Los partidarios de Al-Sadr también lograron otro allanamiento del Parlamento durante los disturbios de 2016.
El miércoles, la misión de la ONU en Irak dijo que los manifestantes tenían derecho a manifestarse, siempre que sus acciones fueran pacíficas y legales.
PURANOTICIA // BBC MUNDO