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Magnate cubano desafía a Trump con incendiarios mensajes en vallas publicitarias en Miami

Magnate cubano desafía a Trump con incendiarios mensajes en vallas publicitarias en Miami

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El empresario y filántropo Miguel "Mike" B. Fernández decidió enfrentarse públicamente al presidente de Estados Unidos y a algunos de los políticos más influyentes del estado de Florida, a quienes considera cómplices de la "cruel" política migratoria impulsada desde la Casa Blanca.

Magnate cubano desafía a Trump con incendiarios mensajes en vallas publicitarias en Miami
Martes 19 de agosto de 2025 13:13
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"Aspirante a dictador. En Estados Unidos, no", reza una valla publicitaria con una fotografía del presidente Donald Trump junto a una de las principales avenidas de Miami.

Otros carteles apuntan al canciller Marco Rubio y tres congresistas republicanos del condado para acusarlos de "traición" y llamarlos "hipócritas" o "títeres".

Son parte de una campaña del prominente empresario y filántropo de origen cubano Miguel "Mike" B. Fernández.

El multimillonario de 73 años, capitalista declarado que hasta 2016 se adscribía al Partido Republicano, ha decidido enfrentarse públicamente a Trump y a algunos de los políticos más influyentes del estado de Florida, a quienes considera cómplices de la "cruel" política migratoria impulsada desde la Casa Blanca.

Consultado por el motivo de su activismo, el magnate invoca la defensa de quienes, como él en 1964, llegaron a Estados Unidos en busca de un futuro mejor y ahora temen acabar expulsados o encerrados en centros de reclusión como el "Alcatraz de los Caimanes" establecido por Trump al sur de la mayor ciudad de Florida.

"Lo que está pasando en nuestro país no es correcto y cualquier persona normal lo sabe", sentencia.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, la administración Trump ha revocado el estatus de más de 530.000 inmigrantes que llegaron legalmente con el llamado parole humanitario, y ha desplegado intensas redadas para localizar y detener a extranjeros en situación irregular.

En Miami, que concentra una de las mayores comunidades foráneas y de América Latina de EE.UU., estas medidas han alimentado el miedo y la polarización.

A su vez, la nueva política migratoria ha generado dilemas y contradicciones en los pujantes sectores conservadores de la ciudad, cuya hasta ahora incondicional lealtad a Trump empieza a mostrar grietas ante el trato a inmigrantes que, en muchos casos, son familiares o allegados.

"Esos que estaban apoyando a Trump ya no hablan tanto como antes", asegura Fernández, cuyo objetivo declarado es doblegar o reemplazar a los representantes políticos de su comunidad que aprueban o toleran la campaña contra los migrantes dirigida desde la Casa Blanca.

Su ruptura con el Partido Republicano llegó en 2016, al rechazar la estrategia "del martillo y la crueldad" de Donald Trump, a quien considera un dirigente sin conocimiento histórico ni valores democráticos, lo que lo llevó a registrarse como independiente y redirigir su influencia política hacia causas proinmigrantes.

"Lo que más me preocupa de todo son los amigos que no me hablan y la familia que me llama comunista. Soy lo opuesto de un comunista, soy capitalista, y creo que lo puedo demostrar de muchas maneras", reivindica Fernández, cuyo patrimonio neto personal supera los US$1.000 millones.

LAS VALLAS CONTRA TRUMP Y SUS ALIADOS

El pasado abril comenzaron a aparecer en puntos estratégicos de Miami unas vallas publicitarias difíciles de pasar por alto para conductores y viandantes.

Mensajes como "Deportar inmigrantes es cruel", "Hagan algo" o "Aspirante a dictador" acompañan los rostros de Donald Trump, del secretario de Estado Marco Rubio y de los congresistas cubanoamericanos Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez.

"Deportar inmigrantes es cruel", proclama este cartel en el que aparecen, de izquierda a derecha, Marco Rubio, María Elvira Salazar, Carlos Giménez y Mario Díaz-Balart.

Su autoría se mantuvo en secreto durante meses, hasta que Miguel B. Fernández la reconoció públicamente.

El empresario busca "despertar la conciencia" de los residentes de Miami -en especial aquellos con raíces cubanas- ante lo que califica como una agenda migratoria "cruel" y "deshumanizante" del presidente.

En su entrevista con BBC Mundo, acusó a los representantes republicanos de "no defender a su pueblo, no defender a sus vecinos" y olvidar que "los migrantes somos un plus a este país, no un negativo", por lo que decidió lanzar la campaña y financiarla con su propio capital hasta que se unieran otros donantes.

"Hoy en día te puedo decir que hay 32 personas, una tercera parte de ellos republicanos, que están apoyando el financiamiento de esas vallas, y esas vallas se van a mantener en pie hasta las elecciones", asegura, en referencia a los comicios legislativos de noviembre de 2026 en los que los estadounidenses elegirán a sus congresistas y senadores.

Más allá de cuestionar a Trump, el magnate exige responsabilidades a los líderes locales que, según él, han optado por el silencio: "¿Quieren parar las vallas? los invito: solamente digan la verdad", afirma.

Para reforzar su mensaje, ha llevado su ofensiva a medios nacionales, con anuncios de página completa en diarios como The New York Times y The Wall Street Journal en los que denuncia la "complicidad y cobardía" de los congresistas señalados.

Con el respaldo financiero asegurado hasta los comicios, dice estar decidido a mantener la presión sobre los tres congresistas señalados y tratar de retirarles el apoyo de los votantes pese a que parten como claros favoritos para renovar los escaños en sus respectivas circunscripciones.

"Yo no puedo pelear con Donald Trump en Washington, pero todos vemos lo que hacen los representantes que tenemos localmente, en el sur de la Florida, en Miami. ¿Podemos reemplazarlos?", se pregunta.

(Imágenes: Miguel "Mike" B. Fernández)

PURANOTICIA // BBC MUNDO

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