DJ Ferguson, de 31 años, necesita urgentemente un corazón nuevo, pero el Brigham and Women's Hospital de Boston lo eliminó de su lista de espera, informó su padre, David.
Un hospital en Estados Unidos rechazó a un paciente como candidato a recibir un trasplante de corazón porque, en parte, el hombre no está vacunado contra el Covid-19.
DJ Ferguson, de 31 años, necesita urgentemente un corazón nuevo, pero el Brigham and Women's Hospital de Boston lo eliminó de su lista de espera, informó su padre, David.
Según explicó David, la vacuna contra el Covid está en contra de los "principios básicos" de su hijo, que "no cree en eso".
El Brigham and Women's Hospital señaló que había tomado dicha medida en cumplimiento de sus políticas al respecto.
En un comunicado, el centro médico le explicó a la BBC su postura: "Dada la escasez de órganos disponibles, hacemos todo lo posible para garantizar que un paciente que recibe un órgano trasplantado tenga la mayor probabilidad de supervivencia".
Un portavoz añadió que el hospital requiere "la vacuna contra el Covid-19 y (ciertos) comportamientos de estilo de vida de los candidatos a trasplante para crear tanto el mejor entorno para una operación exitosa, como para optimizar la supervivencia del paciente después del trasplante, dado que su sistema inmunológico está drásticamente suprimido".
La declaración del hospital, cuidadosamente redactada, podría indicar que hay otros factores más allá del estado de vacunación de Ferguson para su inelegibilidad, pero la institución se negó a discutir más detalles para preservar la privacidad del paciente.
El centro sanitario agregó que la mayoría de las 100.000 personas en listas de espera para trasplantes de órganos no recibirán uno en un plazo de cinco años debido a la escasez de órganos disponibles.
Ferguson ha estado en el hospital desde el 26 de noviembre de 2021.
Sufre un problema cardíaco hereditario que hace que sus pulmones se llenen de sangre y líquido, según reza el texto de la campaña de la plataforma de financiación colectiva GoFundMe, que Amanda, una amiga de la familia, organizó para buscar ayuda con los costos médicos.
Amanda explica en dicho texto que el motivo de Ferguson para no vacunarse es su preocupación por la posibilidad de que pueda experimentar inflamación cardíaca, algo que podría resultar peligroso dada la debilidad de su corazón.
Este es un efecto secundario potencial de la vacuna contra el coronavirus que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos enfatizan que es raro y temporal.
Los CDC alientana los receptores de trasplantes y a aquellos en sus círculos inmediatos a vacunarse y reforzarse por completo.
La escasez de órganos es un problema generalizado que hace que muchos pacientes estén esperando años para recibir un órgano.
El doctor Arthur Caplan, director de ética médica de la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, le dijo a CBS News que después de cualquier trasplante de órgano, el sistema inmunitario del paciente queda como si estuviese apagado e incluso un resfriado común puede resultar fatal.
"Los órganos son escasos, no los vamos a distribuir a alguien que tiene pocas posibilidades de vivir cuando otros que están vacunados tienen más posibilidades de sobrevivir después de la cirugía", aseveró el doctor Caplan.
Ferguson, padre de dos hijos y con un tercero en camino, permanece en el hospital, cuentan sus seres queridos.
Su familia ha planteado que está demasiado débil para ser trasladado a otro hospital y que "se está quedando sin tiempo".
"Mi hijo está peleando con bastante valentía. Tiene integridad y principios en los que realmente cree y eso me hace respetarlo aún más", comentó su padre, David.
"Es su cuerpo. Es su elección".
No es la primera vez que un estadounidense no vacunado enfrenta obstáculos de atención médica en las últimas semanas.
A principios de este mes, una mujer de Minnesota demandó a su hospital local después de que los médicos intentaran quitarle a su esposo, no vacunado, el ventilador al que había estado conectado durante dos meses.
Un poco más del 63 % de la población de EE.UU. ha recibido ya dos dosis de la vacuna contra el Covid y alrededor del 40 % ya tiene la tercera dosis de refuerzo.
PURANOTICIA // BBC MUNDO