El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, responsabilizó al ejército ruso del ataque, y lo describió como "un crimen de guerra".
El bombardeo de una maternidad y hospital infantil en Mariúpol, una ciudad al sureste de Ucrania, generó este miércoles indignación alrededor del mundo.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, responsabilizó al ejército ruso del ataque, y lo describió como "un crimen de guerra".
El bombardeo, según una declaración del Consejo de la Ciudad de Mariúpol, fue "colosal". Videos y fotografías muestran los restos del edificio con las ventanas y puertas destruidas, así como su interior.
También se pueden ver autos quemados y un enorme cráter a las afueras del centro hospitalario.
Al menos 17 personas resultaron heridas, algunas de ellas trabajadores del hospital. No se reportaron niños afectados por el incidente. No obstante, una fotografía compartida por varios medios muestra cómo el personal de emergencias socorría a una mujer embarazada en la zona del incidente.
"¿Qué tipo de país es este, la Federación Rusa, que tiene miedo de los hospitales y las maternidades y los destruye?", cuestionó el mandatario ucraniano en un discurso grabado desde Kiev.
Pavlo Kyrylenko, jefe de la administración militar regional de Ucrania en Donetsk, un área ocupada por separatistas prorrusos desde 2014, dijo que la sala de maternidad, la sala de niños y la sala de terapia del hospital quedaron destruidas.
"No entendemos cómo es posible en la vida moderna bombardear un hospital infantil. La gente no puede creer que sea verdad", le dijo a la BBC el vicealcalde de Mariúpol, Serhiy Orlov.
La organización Médicos Sin Fronteras, que tiene personal destacado en Ucrania, comentó que su equipo está "horrorizado" ante el ataque.
"En una ciudad en la que el sistema sanitario está al borde del colapso, privar a la gente de la tan necesaria asistencia sanitaria es una violación de las leyes de la guerra", detalla una declaración.
Mientras, líderes mundiales se han unido para también condenar lo sucedido. La Casa Blanca lo describió como "bárbaro" y el gobierno de Reino Unido como "depravado".
Ante los hechos, Zelensky solicitó nuevamente una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para evitar que sobrevuelen los aviones rusos, petición que Estados Unidos y los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han rechazado.
"¡Cierren el cielo ahora mismo! ¡Detengan a los asesinos! Tienen poder, pero parece que están perdiendo humanidad", sostuvo el mandatario en Twitter.
Rusia ha negado anteriormente que su ejército ataque civiles e instituciones de salud.
No obstante, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, dijo el miércoles que la entidad ha confirmado 18 ataques en Ucrania contra instalaciones sanitarias, trabajadores sanitarios y ambulancias. Los incidentes de los pasados días han causado 10 muertos y 16 heridos, según el funcionario.
Además, la Organización de Naciones Unidas informó que ha confirmado 516 muertes de civiles en Ucrania, pero cree que las cifras reales son "considerablemente más altas".
Ucrania y Rusia habían acordado un alto al fuego en varias ciudades para que los civiles fueran evacuados en seis corredores humanitarios. Mariúpol estaba entre las localidades en las que se llevaría a cabo una tregua temporal.
Pero la ciudad portuaria ha estado bajo el bombardeo ruso durante días.
La Cruz Roja calificó como "apocalíptica" la situación que viven los civiles allí.
La población ha optado por refugiarse bajo tierra, incluso los heridos, que según informes de la agencia Reuters están sin acceso a alimentos, electricidad o calefacción.
Mientras el Kremlin culpó a Kiev por no detener las hostilidades, el gobierno de Zelensky sostuvo que 30 autobuses y ocho camiones de suministros no llegaron el martes después de que fueran bombardeados en violación del alto al fuego.
Por otra parte, funcionarios de Mariúpol han dicho que crearon una fosa común para enterrar a las víctimas del conflicto.
"Lamentablemente, hay demasiados cuerpos", dijo Vitaly Falkovsky, un funcionario local, al Financial Times. "Era una medida necesaria porque no podemos enterrar a la gente de la manera normal. Las morgues están desbordadas".
Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero. Desde entonces, unas dos millones de personas han salido del país en busca de refugio.
(Imagen: AFP)
PURANOTICIA // BBC MUNDO