La medida, que entrará en vigor “en los próximos días”, permitirá a las autoridades migratorias de EE.UU. efectuar vuelos directos de deportación.
El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que reiniciará la repatriación de migrantes de Venezuela que hayan ingresado a territorio estadounidense de manera indocumentada.
La medida, que entrará en vigor “en los próximos días”, permitirá a las autoridades migratorias de EE.UU. efectuar vuelos directos de deportación.
“A partir de hoy, los ciudadanos venezolanos que crucen ilegalmente nuestra frontera serán procesados y, si se descubre que no tienen base legal para quedarse, serán repatriados de vuelta a Venezuela”, informó la Casa Blanca.
“Esto se produce tras la decisión de las autoridades de Venezuela de aceptar de nuevo a sus nacionales”, añadió un alto funcionario de Washington.
Las peticiones de asilo seguirán revisándose caso por caso “para garantizar que quienes tienen necesidades de protección puedan quedarse”.
Estados Unidos ha visto un incremento récord en la llegada de migrantes venezolanos a su frontera con México en los últimos meses.
En septiembre, cerca de 50.000 venezolanos cruzaron la frontera sur de EE.UU., según datos reportados por la cadena CBS News. Eso representó aproximadamente una cuarta parte de todas las detenciones de la Patrulla Fronteriza el pasado mes.
Hasta ahora los venezolanos eran deportados a su lugar de origen vía Colombia y otros países debido a la fractura de relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro.
El gobierno de Caracas confirmó que ha suscrito con EE.UU un "acuerdo sobre migración que permita la repatriación ordenada".
La nueva medida no solo afecta a los venezolanos que aún no hayan cruzado la frontera, sino a cientos de los que ya están siendo procesados dentro de territorio estadounidense.
"De hecho, ya hemos identificado a personas bajo nuestra custodia que serán expulsadas en los próximos días. Todas estas personas han pasado por el sistema de inmigración estadounidense y no han podido demostrar que tienen una base legal para permanecer en Estados Unidos", señaló un alto funcionario de la Casa Blanca en una sesión informativa para la prensa.
Durante años, Washington ha reconocido la grave crisis económica y social que vive Venezuela desde hace una década, que está detrás de la gran ola migratoria que sufre el país y por la que han salido unos siete millones de venezolanos.
El gobierno de Estados Unidos incluso desconoce al gobierno de Maduro, al que ha impuesto sanciones económicas por lo que considera como violaciones de derechos civiles y políticos.
Sin embargo, ambos gobiernos llegaron a un acuerdo sobre las repatriaciones. Los funcionarios de la Casa Blanca rechazaron dar detalles sobre el nuevo diálogo y si Caracas obtuvo algún tipo de concesión.
El mes pasado, Washington otorgó el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a casi medio millón de venezolanos, una política que ofrece un estatus legal y permiso de trabajo a los beneficiarios.
El TPS, otorgado a venezolanos que ingresaron a Estados Unidos hasta el 31 de julio de este año, los protegerá en principio por 18 meses. La Casa Blanca otorga el beneficio del TPS solo a los migrantes de ciertos países con problemas de derechos humanos o violencia.
Pero el anuncio de este jueves supone un control más estricto de la entrada de migrantes de ese país que cruzan la frontera sin tener una cita para presentar su caso a las autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
"Instamos a todos los migrantes que están pensando en venir a Estados Unidos a que se acojan a estas vías, no entren al Darién y la selva. No emprendan el extraordinariamente peligroso viaje hacia el norte solo para ser devueltos a Venezuela", advirtió un funcionario.
La Casa Blanca justificó su decisión en que ha ampliado "como nunca en una década" las vías legales para ingresar a EE.UU. mediante procesos formales.
Pero advirtieron que habrá "duras consecuencias para aquellos que tratan de desequilibrar nuestra frontera de manera irregular".
Por su parte, el gobierno de Maduro responsabilizó a EE.UU. por la situación: "La migración venezolana de los últimos años es consecuencia directa de la aplicación de las medidas coercitivas unilaterales y el bloqueo a nuestra economía que se nos ha infringido de manera ilegal", dijo en un comunicado.
La nueva medida sobre la migración venezolana se produce al mismo tiempo que Washington anunció la construcción de 32 km de valla en la frontera con México.
La decisión busca limitar el paso de migrantes por el sur de Texas, donde se ha producido una de las mayores concentraciones y cruces de indocumentados en los últimos tres meses.
El hecho de que el presidente Joe Biden haya optado por retomar la política de su predecesor, Donald Trump, le ha generado críticas.
El congresista demócrata Henry Cuellar, de un distrito fronterizo de Texas, dijo en sus redes sociales: "Un muro fronterizo es una solución del siglo XIV a un problema del siglo XXI".
"Sigo oponiéndome al despilfarro del dinero de los contribuyentes en un muro fronterizo ineficaz", añadió.
Biden ha sido objeto de duras críticas de parte de sus rivales republicanos por su política migratoria que califican de "puertas abiertas".
La migración vuelve a ser un tema de preocupación en la política nacional estadounidense y es vista como clave para las elecciones presidenciales de 2024, en las que Biden buscará la reelección.
(Imágenes: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO