Cerca de 6.000 personas, la mayoría de ellas armenios, han huido en las últimas dos semanas de esta disputada región, según reportes internacionales.
La BBC recopiló relatos de testigos presenciales de un bombardeo que ocurrió en una remota aldea de la región de Nagorno Karabaj, ubicada entre Armenia y Azerbaiyán, y que mató a tres niños y dos ancianos.
Cerca de 6.000 personas, la mayoría de ellas armenios, han huido en las últimas dos semanas de esta disputada región, según reportes internacionales.
¿La razón? El recrudecimiento de las acciones militares entre las fuerzas que se disputan esta zona desde la caída de la Unión Soviética, en 1991.
De acuerdo a reportes locales, a principios de septiembre, fuerzas de Azerbaiyán ingresaron en la zona en disputa -que es ampliamente controlada por fuerzas armenias-, lo que generó temor entre los armenios que residen allí.
Azerbaiyán ha insistido en que sus ataques sólo se han centrado en "objetivos militares legítimos", pero la BBC habló con una madre que perdió a dos hijos pequeños y otro resultó gravemente herido, en lo que los sobrevivientes describen como un "ataque indiscriminado".
El pueblo de Sarnaghbuyr (llamado Aghbulag por Azerbaiyán), en la región de Nagorno Karabaj, está rodeado de bosques y lejos de cualquier objetivo militar importante.
Zarine Ghazaryan se encontraba en la cercana localidad de Askeran cuando comenzó el ataque el 19 de septiembre.
Estaba tratando de encontrar leche de fórmula para bebés para alimentar a su hijo menor, Karen.
Nueve meses de vivir bajo un bloqueo de facto han significado escasez de alimentos, combustible y calefacción.
Al escuchar las explosiones, la mujer intentó regresar a su casa, pero dice que tuvo que detenerse al ver un fuego intenso.
Le dijeron que su hijo Seyran había resultado gravemente herido y fue trasladado al hospital de Stepanakert (Khankendi), la principal ciudad del territorio.
Sus otros tres hijos estaban siendo evacuados por fuerzas de paz rusas.
Pero cuando llegó al hospital se enteró de que las bombas habían matado a dos de sus hijos: Mikayel, de 8 años, y Nver, de 10.
Hablamos con ella en el hospital.
Aseguró que le permitieron ver los cuerpos de sus dos hijos, que tenían graves heridas en la cabeza.
"Los he visto, se encuentran en un estado terrible...Es horrible, sólo quiero que venga su padre", dijo.
Arman, un joven de 15 años, estaba con los niños cuando fueron brutalmente atacados.
Hablamos con él mientras lo atendían en el hospital por sus heridas en la espalda, los hombros y las manos.
"Comenzaron a bombardear por todas partes. Algunas personas murieron, otras resultaron heridas, vi a algunas personas a las que les volaron la cabeza. Fue horrible", indicó.
Arman dijo que tres proyectiles explotaron cerca de él.
"Agrupamos a los niños bajo algunos árboles, para ver si podíamos ponerlos a salvo, y ahí es donde bombardearon", afirmó.
Las autoridades locales dicen que otras tres personas murieron ese día.
Garik Alexanyan, el alcalde del pueblo, perdió a su hijo David, a su padre Alexander y a su suegra Gohar.
La descripción de las heridas de su hijo es demasiado gráfica para repetirla.
Según las autoridades, otros 15 aldeanos resultaron heridos. Muchos otros se vieron obligados a abandonar sus hogares.
Se unieron al éxodo de miles de personas de etnia armenia que han sido desplazadas de sus hogares por los ataques.
La mayoría intentó llegar a Stepanakert -una ciudad que ha padecido la falta de acceso a alimentos y suministros por el bloqueo de Azerbaiyán- o fueron llevados por fuerzas de paz rusas a su base en un aeropuerto local.
Muchos esperaban ser transportados en avión a Armenia, pero en cambio permanecen varados en la pista de aterrizaje.
Zarine quiere llevar los cuerpos de sus hijos a Armenia para enterrarlos, pero no hay espacios en los aviones pues se están utilizando para evacuar a los heridos y la cola para salir por carretera se extiende por decenas de kilómetros.
La BBC no ha podido verificar de forma independiente los detalles del ataque.
El embajador Elchin Amirbekov, enviado especial del presidente de Azerbaiyán, le dijo a la BBC que el ejército azerbaiyano tenía órdenes de "neutralizar sólo objetivos militares legítimos".
"Nunca ha sido nuestra intención dañar a ningún civil. Es cierto que se producen daños colaterales y lamentamos cualquier pérdida de vidas civiles", afirmó.
Amirbekov rechazó por completo las acusaciones de que el ataque fue perpetrado deliberadamente y afirmó que en los años 1990, cientos de miles de azerbaiyanos fueron desplazados por las fuerzas armenias y que se habían cometido crímenes de guerra contra ellos.
PURANOTICIA // BBC MUNDO