
Según datos de la Cámara Automotor Boliviana (CAB) dicho país alcanza actualmente un parque estimado de 1,4 millones de estos vehículos circulando por su territorio.
Un reportaje del medio boliviano La Razón expuso la magnitud del contrabando de vehículos indocumentados (conocidos como “chutos”) que ingresan cada año al país.
Según datos de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), en los últimos años han entrado en promedio cerca de 120.000 unidades anuales, alcanzando actualmente un parque estimado de 1,4 millones de estos vehículos circulando por territorio boliviano.
El informe detalla que gran parte de la comercialización se realiza abiertamente a través de redes sociales. En Facebook, por ejemplo, abundan páginas que ofrecen traer autos por encargo, con nombres como “Autos chutos Batallas, Achacachi, Ancoraimes”, “Autos chutos Challapata” o “Autos chutos Patacamaya o Konani, Yungas”.
Los autos “chutos” corresponden principalmente a modelos nuevos y usados importados de países como Japón, China y Francia, que ingresan sin papeles, sin cumplir requisitos legales y sin el pago de los impuestos de importación. Esta práctica genera una fuerte competencia desleal frente a las empresas que operan en regla.
La magnitud del fenómeno también representa un impacto directo en la economía nacional, ya que el Estado deja de percibir millones de dólares anuales en recaudación fiscal. A su vez, las compañías automotrices establecidas se ven afectadas por la imposibilidad de competir con los bajos precios de los comercializados en la clandestinidad.
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