El Ministerio Público se encuentra realizando indagatorias en el caso de Diego Herrera, DJ que fue asesinado a fines de julio en Concepción. Todo apuntaría a una supuesta planificación, a raíz del testimonio de una joven que mantuvo una relación con la víctima y el imputado.
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El Ministerio Público se encuentra realizando indagatorias en el caso de Diego Herrera, DJ que fue asesinado a fines de julio en Concepción. Todo apuntaría a una supuesta planificación, a raíz del testimonio de una joven que mantuvo una relación con la víctima y el imputado.
Y es que el persecutor Andrés Barahona, pidió una diligencia al Juzgado de Garantía de Concepción que busca confirmar o descartar una eventual preparación del crimen perpetrado el 21 de julio pasado.
Concretamente, se trata de un tráfico de llamados entre el único imputado por el caso, Herrera y una joven, que era expareja del victimario, y que cuando ocurrió el crimen, mantenía una relación con el fallecido artista.
La diligencia, según Radio Bío Bío, fue ordenada por el fiscal a partir de una serie de antecedentes entregados por la exnovia del imputado, quien informó sobre las amenazas hechas por el presunto homicida, al darse cuenta de que se encontraba en una nueva relación con Herrera.
Además, dio cuenta de una relación de violencia física y psíquica vivida entre ella y su expareja hasta diciembre del año pasado, y a los tratamientos que se sometía por sus conductas violentas.
Igualmente, el abogado querellante, destacó otro antecedente: el permiso para la tenencia de una pistola, que le fue concedido al imputado en mayo de 2020, algo que, según el licenciado, es un indicio de que el joven tenía en el manejo de armas.
Según el ya mencionado medio, el formalizado por el crimen de Herrera recibió en mayo de 2020 el permiso de tenencia de armas de parte de la Dirección de Movilización, para portar una pistola Beretta BU 9 Nano, que fue reportada como robada en septiembre del año pasado.
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