El "Mago" llegó hasta la Prefectura Andes de Carabineros en Vitacura para entregar su versión por el control de identidad que culminó en su traslado esposado hasta una comisaría.
Jorge Valdivia llegó hasta la Prefectura Andes de Carabineros, ubicada en Vitacura, región Metropolitana, para entregar su versión por el control de identidad que culminó en su traslado esposado hasta una comisaría, lo que detonó el "telefonazo" de la diputada Maite Orsini a la directora de Derechos Humanos de Carabineros, general Karina Soza.
Cabe recodar que la parlamentaria llamó a la funcionaria para explicarle que el "Mago" quería interponer acciones legales contra la institución acusando una vulneración de derechos, lo que constituiría apremios ilegítimos por parte de los uniformados.
Así las cosas, Soza determinó que se realice una investigación interna en Carabineros, con el fin de establecer si procedimiento rutinario realizado el 25 de enero se ajustó al protocolo, indagatoria por la que el exseleccionado nacional llegó a declarar a eso de las 09:00 horas de este viernes a la Prefectura Andes.
Acorde a lo detallado por La Tercera, Valdivia declaró que aquel día estaba haciendo deporte por las calles de Vitacura, cuando los policías le solicitaron su cédula de identidad en el marco del artículo 12 de la Ley 20.931. Sin embargo, él explicó que no portaba ningún documento.
En ese contexto, el futbolista le habría pedido a los efectivos que lo acompañen a buscar su carnet, a lo que obtuvo una negativa. En ese momento fue esposado y trasladado hasta una comisaría en calidad de detenido, donde estuvo durante toda la noche hasta que tras comprobarse su identidad lo dejaron ir.
"Me llevaron esposado sin ningún motivo", explicó en su testimonio, para luego agregar que cuando llegó a la unidad policial los uniformados habrían señalado que “acá llegó uno más”.
Si el testimonio del "Mago" resulta ser verídico, no habrían habido verdaderas razones para arrestarlo. No obstante, si hubo una agresión verbal hacia los uniformados o puso resistencia a la detención, habría sido motivo suficiente para ser llevado hasta la comisaría.
Asimismo, si la detención no se ajustó a derecho, el sargento y el suboficial a cargo del procedimiento podrían arriesgar una amonestación en su hoja de vida.
PURANOTICIA