Un juez de Los Ángeles, en California, suspendió este miércoles a Jamie Spear como supervisor del patrimonio de la artista, estimado en US$60 millones, y designó un reemplazo temporal hasta el 31 de diciembre.
Jamie Spears dejará de ser el tutor legal de su hija, Britney Spears, poniéndose fin así a la batalla legal emprendida por la estrella del pop hace meses.
Un juez de Los Ángeles, en California, suspendió este miércoles a Jamie Spear como supervisor del patrimonio de la artista, estimado en US$60 millones, y designó un reemplazo temporal hasta el 31 de diciembre.
La cantante de 39 años llevaba meses intentando que su padre dejara de tener nada que ver con sus asuntos, de los que se encargaba desde 2008.
Spears sigue bajo la tutela de un tutor personal, Jodi Montgomery, quien se encarga de sus asuntos personales y médicos. Nunca se ha revelado qué problema mental tiene la cantante que le impide hacerse cargo de sus propios asuntos.
En junio, ante el tribunal, la cantante reclamó muy emocionada el fin de la tutela ordenada por un juez hace 13 años, puesto que la consideraba abusiva y humillante, y acusó a su padre de haber arruinado su vida.
Britney Spears no actúa desde 2018 y dijo que no regresará a los escenarios mientras su padre continúe controlando su carrera.
En la audiencia judicial de este miércoles, la jueza Brenda Penny terminó formalmente la tutela que la estrella tenía con su padre, pero dejó una tutela separada con un contador elegido por el equipo legal de Spears.
El padre de la cantante había argumentado que este contador, John Zabel, no estaba calificado para supervisar la fortuna de la cantante.
La jueza dictaminó que el cuidado del cantante debe ser entregado al Sr. Zabel "de inmediato".
Los abogados de la cantante también solicitaron que se lleve a cabo una nueva audiencia en los próximos 30 a 45 días para decidir si poner fin por completo a la tutela de Spears.
PURANOTICIA // BBC MUNDO