La plataforma de streaming sorprendió con una propuesta multimillonaria para adquirir WBD, el conglomerado detrás de HBO y los estudios Warner Bros. La industria arde entre rumores, críticas y temores, mientras voces como James Cameron advierten que la operación sería "un desastre" para el cine tradicional.
Netflix, el rey indiscutido del streaming con más de 280 millones de usuarios a sus pies, volvió a sacudir a la industria con una jugada que nadie vio venir: presentó una oferta formal para quedarse nada menos que con Warner Bros Discovery (WBD). Sí, la empresa detrás de HBO, CNN y los míticos estudios Warner Bros.
Ahora, la guerra por el control del entretenimiento global entra en un capítulo digno de una superproducción, con Netflix compitiendo cara a cara con gigantes como Comcast y Paramount Skydance en la segunda ronda de la puja.
El precio no es menor: unos 74.000 millones de dólares, una cifra que podría desangrar incluso al coloso del streaming. De acuerdo con filtraciones que Bloomberg dio a conocer y que luego fueron recogidas por AFP, Netflix ya estaría moviendo cielo, mar y tierra para amarrar financiamiento y préstamos multimillonarios que hagan posible el golpe corporativo del año.
Mientras tanto, el CEO de WBD, David Zaslav, sigue firme en su postura, recordando que hasta el momento no ha aparecido “una oferta que cumpla con la expectativa de 30 dólares por acción”.
Si la operación llegara a concretarse, Netflix pasaría a controlar un arsenal creativo sin precedentes y podría multiplicar su capacidad de producción de manera brutal. Pero semejante situación de poder no pasaría desapercibida: las autoridades antimonopolio de Estados Unidos ya estarían preparándose para poner cada movimiento bajo la lupa. Y, por si fuera poco, dentro de Hollywood la alarma está más que encendida, especialmente entre quienes aún creen en la supervivencia del cine tradicional.
El más contundente ha sido el director James Cameron, quien no se guardó nada al advertir que la adquisición sería “un desastre” para la industria. Su miedo, compartido por muchos cineastas, es que el streaming termine devorándose a las salas, aunque desde Netflix aseguran que, en caso de comprar WBD, los estrenos en cines seguirán en pie, al menos por ahora.
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