Las bases de licitación que se publicaron el 7 de diciembre de 2023 se cierran a las 16:00 horas de este viernes 5 de abril, fecha cuando se conocerán las ofertas públicas de los canales interesados. Es justamente en ellos donde recaen las principales trabas del proceso.
Un oscuro panorama es el que enfrenta el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar de cara a la trascendental etapa de presentación de ofertas públicas para la licitación del certamen a desarrollarse entre los años 2025 y 2028.
Y es que sumado a los negativos resultados financieros presentados por los cuatro canales de televisión con cobertura nacional, sus respectivas gerencias se han encontrado con algunas trabas en el proceso de licitación que los tiene con más dudas que certezas a la hora de afrontar esta etapa para quedarse con la transmisión.
Es por este motivo que no son pocos los que creen que no habría mayor interés de los canales por quedarse con la licitación, situación que incluso podría dejar el proceso declarado como desierto si es que no hay ofertas, repitiendo lo que ocurrió el año 2021 con el Festival del Huaso de Olmué, aunque ahora con mayor repercusión, pues se trata –en papel– del principal evento artístico de Latinoamérica, el "festival de festivales".
Pero antes de pasar al detalle de las complicaciones con las que se han encontrado los canales, vale recordar que fue el 7 de diciembre de 2023 cuando se presentaron las bases de la licitación en el sitio de Mercado Público, las cuales se cerrarán a las 16:00 horas de este viernes 5 de abril. Acerca de la fase de preguntas y respuestas, ésta terminó el 15 de marzo, dejando abiertas varias interrogantes y mucha incertidumbre.
La primera de estas incertezas tiene que ver con los estados financieros de los canales de televisión. Por ejemplo, Televisión Nacional (TVN) reportó pérdidas por $2.019 millones el 2023, que explican por la disminución de ingresos ($3.674 millones) y un aumento en los costos ($5.606 millones). Esto último, debido a los festivales de Olmué y de Viña del Mar no producidos durante el 2022, sumado también al alza del IPC.
Tomando en cuenta que para el periodo 2025-2028 los canales competirán en solitario y no existirían alianzas como la suscrita últimamente entre la señal pública y Canal 13, esto haría prácticamente imposible que TVN se adjudique el Festival de Viña, lo que también se explica con las métricas de rating que tampoco le alcanzarían para motivar a sus avisadores a que aporten para quedarse con la concesión.
Chilevisión es otro de los canales que estaría complicado para quedarse con el principal evento musical y artístico del país, a pesar que fuentes al interior de la estación televisiva han confirmado que les gustaría volver a tener la transmisión del Festival de Viña, para lo cual incluso habrían firmado una alianza con la productora Lotus –la misma de Lollapalooza– en pos de este objetivo. Sin embargo, los rumores sobre una posible nueva venta de la señal televisiva jugarían en contra de estos deseos.
En un proceso similar se encontraría Canal 13, que estaría trabajando de la mano con la productora Bizarro –la misma a cargo de la producción del Festival de Viña durante los últimos años– claro que esta vez sin TVN como aliado. Las posibilidades de la señal de Luksic de quedarse con el certamen parecen positivas, considerando que se trata de una estación conocida, además de la experiencia ya adquirida por la productora.
Respecto a Megamedia, ésta correría en solitario para quedarse con la transmisión del Festival de Viña entre los años 2025 y 2028, pese a que han manifestado algunos reparos acerca de las condiciones estipuladas en las bases de licitación, las primeras a cargo de la administración de la alcaldesa Macarena Ripamonti. Cabe recordar que las del último certamen fueron redactadas por la gestión de Virginia Reginato.
Una de las complejidades que enfrentan los canales de televisión que pudieran presentar sus ofertas para quedarse con la transmisión del Festival de Viña tiene que ver con la vuelta de la gira internacional de promoción, la cual había sido eliminada de las bases durante los últimos años de la administración Reginato y los primeros de la gestión Ripamonti, teniendo en cuenta el costo que ésta representa.
Sin embargo, esta vez volvió a aparecer en este proceso: "El concesionario deberá promover el festival y la ciudad, nacional e internacionalmente, mediante la gira de promoción de la ciudad, por América y/o Europa, la cual será financiada por el concesionario", se indica en el documento al cual accedió Puranoticia.cl. De igual forma, las bases afirman que "en esta gira, deberá contemplarse la participación de la Comisión Promoción Festival (involucrando al alcalde(sa), concejales, equipos técnicos municipales y representantes del concesionario)".
Es justamente éste el punto de la discordia, motivo por el cual concentró algunas de las preguntas formuladas en el proceso. Desde el Municipio señalaron que "se deberá tener como número aproximado a los representantes de la Comisión Promoción del Festival que serán el(la) Alcalde(sa), quien presidirá la instancia, tres concejales o concejalas designados por el Concejo Municipal y dos funcionarios o funcionarias designados por Decreto Alcaldicio, que asumirán la asesoría técnica y la secretaría técnica de la Comisión; sin perjuicio de los acompañantes del propio concesionario".
A dicha comisión le corresponderá, en el ámbito del contrato de concesión, la promoción de Viña del Mar, tanto a nivel comunal como regional, nacional e internacional. En vista de lo anterior, "es fundamental que la Municipalidad se encuentre representada en la gira, con el propósito de velar por el correcto desarrollo de la concesión y de las obligaciones del concesionario", añaden desde la casa edilicia.
En otro de los cuestionamientos a la gira internacional que vuelve a estar presente en las bases de licitación, uno de los canales interesados en transmitir el evento planteó que esta promoción "vulneraría el manual de ética y compliance de la empresa local y de la matriz, en cuanto a la relación y uso de fondos privados para financiar el viaje y viáticos de funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones".
De igual forma, señalan que "esta obligación tampoco responde a las últimas recomendaciones generales efectuadas por la Contraloría General de la República sobre la materia y al espíritu de la reforma de la Ley 21.595 sobre delitos económicos. En razón de ello, y dado que tener un programa de compliance es un porcentaje de la adjudicación, ¿es posible proponer una gira que cumpla todos requisitos, pero donde no se incluya a funcionarios públicos municipales?".
La respuesta del autodenominado «Municipio de Cuidados» fue que "el procedimiento deberá llevarse a cabo de acuerdo a las exigencias de la legislación vigente".
Otra de las críticas a las bases de licitación se centra en la remodelación que se pide realizar a la Quinta Vergara en la antesala del show del próximo año.
"El concesionario deberá realizar, a su costo, toda mantención, reparación o mejoras y habilitación del anfiteatro y escenario para el normal desarrollo de cada versión. Esto incluye montacargas, ascensor, baños, camarines, butacas, calderas, anfiteatro, box y cualquier modificación a las edificaciones existentes o ejecución de obra nueva requerirá autorización previa de la municipalidad", rezan las bases.
Cabe hacer presente que las especificaciones técnicas de las bases de licitación establecen que estas mejoras a la Quinta Vergara cuestan 42 mil UF, vale decir, cerca de $1.500 millones, cifra que a juicio de los interesados está muy por debajo a las obras que se han solicitado por parte de la administración Ripamonti.
Ante estos cuestionamientos, desde el Municipio explicaron que el concesionario será responsable del cumplimiento de todas las obligaciones establecidas en las bases, el contrato, sus modificaciones y los principios de contratación pública que rigen el derecho administrativo, agregando que "éste responderá directa y exclusivamente por todos los deterioros, defectos y daños que pudieren ocasionarse o experimentarse durante el desarrollo de la concesión, incluso a causa de caso fortuito y/o fuerza mayor, hasta la fecha de extinción de la responsabilidad civil".
En otra respuesta, la casa edilicia viñamarina añade que "es responsabilidad del concesionario realizar durante y tras cada versión las reparaciones y mantenciones de todas las áreas concesionadas, áreas verdes y equipamiento presente de la Quinta Vergara. Desde el momento de entrega y hasta la restitución del recinto, el concesionario asume la responsabilidad de la custodia y conservación de todo el recinto, debiendo adoptar todas las medidas necesarias para su cuidado".
Con el camino cuesta arriba para los canales de televisión, tanto por sus arcas financieras actuales como por las condiciones establecidas por la Municipalidad de la Ciudad Jardín en sus bases de licitación, el Festival de Viña vive horas clave de cara a lo que será el proceso que culmine con un canal adjudicado para poder transmitir estos días días de música y humor que cautivan a todo un país, pero que también pueden convertir al proceso en el verdadero «Monstruo» de la edición 2025.
PURANOTICIA