A casi dos meses de la muerte de su primogénito, el comediante conversó del deceso y la lucha contra la drogadicción de Aldo Guzmán.
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Horas antes de subirse al escenario en el Carnaval Elquino de Vicuña, región de Coquimbo, a fines del mes de febrero, el comediante Dino Gordillo recibió una triste noticia: el lamentable fallecimiento de su hijo mayor, Aldo Guzmán, quien dejó este mundo a los 42 años en la ciudad de Concepción.
Pese a esto, el humorista decidió subirse de todas formas al escenario y realizar su rutina. “Me avisaron que había fallecido. Solo el alcalde sabía y me ofreció suspender todo el show, pero yo no quise”, reveló a casi dos meses del lamentable hecho, en conversación con “El Mercurio”.
“Me subí (al escenario) porque le prometí a mi hijo que en paz descanse, a mi ángel, que me iba a subir al escenario porque él habría estado muy feliz. Y el show debe continuar”, añadió.
“Él tenía un problema de drogadicción. A mi hijo mayor yo lo adoraba, pero tenía su problema y eso hay que aceptarlo. Dejaba de consumir y andaba como relojito”, reveló Dino Guzmán, nombre real del humorista.
“Hicimos 20 mil cosas como familia, lo internamos, estuvimos con él, lo apoyamos, ahí andaba como una bala, ‘excelente hijo’, ‘maravilloso’, y de repente volvía a caer”, aseguró.
En esta línea, al humorista desclasificó que Aldo “sufrió mucho por tratar de salir de eso. Conmigo lloraba, me decía ‘papá, yo ando súper bien, lo controlo, pero de repente cago’. ¿Y cuándo cagaba? Cuando tenía cualquier problema que no sabía afrontarlo, entonces era escapar”.
“Él sabía que nos daba, entre comillas, problemas. Que nos hacía sufrir. Todos luchamos junto a él, lo apoyamos, pero ya no se pudo más”, concluyó Dino Gordillo en conversación con el medio anteriormente mencionado.
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