
El reclamo busca abrir un debate sobre la propiedad y control en la televisión chilena.
Canal 13 denunció ante el CNTV que Telecanal cedió su señal abierta a la cadena estatal rusa RT en Español, sin autorización ni participación editorial. El reclamo, que también menciona a La Red, busca abrir un debate sobre la propiedad y control en la televisión chilena.
En el escrito de 12 páginas, firmado por el director ejecutivo Cristian Núñez, la transmisión de RT comenzó el 16 de junio de 2025, de forma sorpresiva y sin aviso previo. Desde entonces, Telecanal reemplazó casi la totalidad de su programación habitual por contenidos de origen extranjero que incluyen noticieros, reportajes, documentales y segmentos informativos emitidos íntegramente desde Moscú, sin edición ni intervención nacional, según consigna BioBíoChile.
En pantalla, incluso desapareció el logo de Telecanal, lo que evidencia —según Canal 13— que no se trata de un acuerdo transitorio, sino de una delegación permanente e ilegal.
La denuncia sostiene que este modelo operativo contraviene abiertamente el artículo 16 de la Ley N° 18.838, que regula la cesión de concesiones televisivas. En su inciso segundo, la norma prohíbe expresamente que una concesionaria permita a un tercero administrar sus espacios televisivos, salvo en acuerdos puntuales y esencialmente transitorios.
En este caso, no solo no hay transitoriedad, sino que tampoco existe autorización del CNTV ni informe favorable de la Fiscalía Nacional Económica, tal como exige la ley.
Para reforzar la gravedad del caso, Canal 13 recuerda que RT está sancionada por la Unión Europea desde 2022, tras la invasión rusa a Ucrania.
La cadena fue acusada de ser un aparato de propaganda del Kremlin y de llevar adelante una “campaña sistemática de manipulación y desinformación” destinada a desestabilizar gobiernos democráticos.
Pese a lo anterior, en Chile, RT comenzó a operar en señal abierta —específicamente en el 2.1 de Telecanal en la región Metropolitana y 2.3 en la provincia de San Antonio— sin que se haya acreditado cumplimiento alguno del marco normativo chileno.
El 18 de junio, la propia Embajada de Rusia en Chile emitió un comunicado celebrando el inicio oficial de las transmisiones. Ese mismo día, el CNTV convocó al director ejecutivo de Telecanal a una sesión extraordinaria, aunque, según denuncia Canal 13, sin que hasta ahora se haya iniciado un procedimiento sancionatorio.
La denuncia va más allá. Señala que, tras el escrutinio público, Telecanal cambió su eslogan institucional de “más entretención” a “más cultura, más información”, y que solo ha interrumpido la señal rusa para cumplir con obligaciones legales mínimas —como la franja electoral o el aviso de fin del horario de protección a menores— sin alterar la operación principal, que sigue en manos extranjeras.
Cristian Núñez advierte que esta práctica vulnera no solo normas formales, sino principios esenciales del sistema democrático y del rol concesional en televisión abierta: el pluralismo, la identidad nacional, la responsabilidad editorial directa y la producción local.
La omisión del CNTV en su declaración pública —donde se limitó a recordar que la emisión de contenidos extranjeros no está prohibida si hay responsabilidad editorial— es, para Canal 13, insuficiente y preocupante.
Además, recuerda que la Ley 18.838 prevé la caducidad de una concesión si esta es cedida a cualquier título sin autorización del Consejo, y que la Ley de Prensa exige un responsable legal domiciliado en Chile para todos los contenidos emitidos.
Dicha figura, sostiene la denuncia, queda vaciada de contenido cuando el canal concesionario no ejerce control alguno sobre lo que transmite.
En entrevista reciente, el subdirector de prensa de RT, Alexander Luchaninov, confirmó que no cuentan con oficina ni reporteros en Chile, y que operan desde corresponsalías en otros países, lo que refuerza la idea de una emisión completamente foránea.
Finalmente, Canal 13 acusa que lo ocurrido con Telecanal se suma a otras irregularidades estructurales previas, como la propiedad no resuelta “aguas arriba” tanto en Telecanal como en La Red, y que ya habían sido informadas al CNTV sin resultado.
Esta nueva omisión —afirma— podría sentar un precedente “que debilita en su base al sistema concesional en su conjunto”.
Por lo mismo, exige que el Consejo actúe con celeridad, formule cargos e imponga sanciones ejemplares. De lo contrario, advierte, se abre la puerta para que otras señales de televisión abierta cedan su programación sin control ni identidad nacional, atentando contra la institucionalidad, la soberanía mediática y el interés público.
Canal 13 no solo exige el cumplimiento de la ley: interpela directamente al Estado chileno para que defienda la televisión abierta como bien nacional estratégico. La pelota está ahora en la cancha del CNTV.
(Imagen: Wikipedia Commons)
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