El renacer del actor se debe a su interpretación en «The Whale», la última cinta del director Darren Aronofsky, en el que se transforma en un hombre con obesidad mórbida.
Más de 6 minutos de aplausos y ovaciones. Así fue la recepción que tuvo la última película del actor Brendan Fraser en el Festival de Cine de Venecia.
Todo ello gracias a su interpretación en «The Whale», el último filme del director Darren Aronofsky, en el que se transforma en un hombre con obesidad mórbida y que se estrenó en aquel evento en la ciudad italiana, el pasado mes de septiembre.
"Simplemente estoy intentando aguantar hoy (...) Gracias por esta maravillosa acogida, deseo que esta película cause la misma profunda impresión que provocó en mí", dijo visiblemente emocionado el actor estadounidense en la presentación de la película.
Desde entonces, la actuación en esta cinta le ha hecho ganar a Fraser los más importantes galardones cinematográficos, hasta culminar con el Oscar a mejor actor principal que obtuvo este domingo en Los Ángeles.
El regreso de Fraser no es solo emotivo y significativo por esto. También porque supone un retorno tras una larga y dolorosa ausencia.
Fraser, de 53 años, fue uno de los actores más populares en los años '90, con paples como «George de la jungla» o la trilogía de «La momia».
Pero de esa época dorada son parte de sus marcas de abandono y dolor.
Justamente por las acrobacias que hacía interpretando a ese Tarzán patoso, empezó a sufrir graves lesiones. Fraser se negaba a usar dobles para las escenas y, al final, esto lo llevó al hospital y a aparcar su carrera.
En 2007 llegó otro doloroso capítulo: se divorció de su esposa, Afton Smith.
Y todo se empañó, a su vez, con la depresión en la que cayó tras haber sufrido acoso sexual.
Fue el mismo Fraser quien denunció en 2018 esta situación públicamente y señaló al expresidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) Philip Berk.
Ahora Fraser, con los cambios inevitables que conlleva la edad, a sus 53 años desfila por la alfombra roja de uno de los festivales de cine más importantes del planeta.
En su regreso ante las cámaras interpreta a Charlie, un profesor de inglés de 250 kilos de peso.
Para el papel, Fraser ha tenido que trabajar duramente hasta conseguir el aspecto de su personaje, gracias también a la prótesis de una barriga de 130 kilos de peso.
«The Whale» está basada en la homónima obra teatral de Samuel D. Hunter y cuenta la historia de Charlie, un profesor de inglés que, tras la muerte de su novio, empieza a engullir comida basura en un intento de anestesiar su dolor.
En mitad de su desesperación, busca un horizonte donde calmar tanto dolor: reconstruir la relación con su hija, a la que abandonó cuando empezó una relación homosexual.
Aronofsky leyó hace 10 años en la prensa una reseña de la versión teatral, la historia le conmovió "profundamente" y por eso propuso a su autor llevarla al cine, logrando su beneplácito, aunque la pandemia retrasó el proyecto.
Eligió a Fraser después de verlo por casualidad en el tráiler de una película brasileña de bajo presupuesto y en 2020 empezaron a rodar una trama que transcurre en una única localización -la casa- y tiene solo cinco personajes.
"Tuve que aprender a moverme de un modo nuevo, desarrollé músculos que no sabía que tenía y sentí vértigo al final de la jornada cuando me quitaban la prótesis por una sensación ondulante como cuando bajas de una góndola en Venecia", recordó el actor.
A pesar de la temática, «The Whale» tiene una visión optimista.
"Charlie es, con mucho, el hombre más heroico que he interpretado", dijo Fraser. "Su superpoder es ver lo bueno en los demás y sacar eso de ellos".
Aronofsky, quien en 2008 revitalizó la carrera de Mickey Rourke con «El luchador», dijo que este era "el mensaje más importante para difundir en el mundo".
"Todos se inclinan hacia el cinismo y la oscuridad y pierden la esperanza, que es exactamente lo que no necesitamos en este momento. Tenemos que apoyarnos en [la idea de que] debajo de todo, realmente nos preocupamos el uno por el otro", dijo el director del film.
PURANOTICIA // BBC MUNDO