El músico se sinceró sobre diversos detalles de su amor con la ministra secretaria general de Gobierno, a quien asegura admiraba incluso antes de conocerla.
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Este fin de semana, el músico Abel Zicavo, excantante de “Moral Distraída”, mantuvo una íntima entrevista con “Revista Sábado”, en la que conversó sobre su relación con la ministra secretaria general de Gobierno, Camila Vallejo.
El cantante desclasificó que su admiración por la política comenzó mucho antes de conocerla personalmente, cuando Camila era presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) en el 2010.
“Para mí ella se convirtió en una figura importante y admirada antes de conocerla, como para todos”, comenzó señalando Abel, en conversación con el medio antes mencionado, quien añadió que “me impactaba su trabajo, lo elocuente que era siendo tan chica, o sea yo la miraba y decía: ‘¡Qué mujer!’”.
Posteriormente, el intérprete reveló que se conocieron a mediados del 2016, cuando fueron presentados por la hermana mayor de la ministra, Javiera. “Cuando empezamos a tener onda, la Cami me dijo: ‘Oye, tengo que ser súper honesta, me dijeron que tú eres cantante de una banda, pero no tengo idea de tu banda’”, reveló Zicavo.
En esta línea, Abel recordó que la invitó a uno de las presentaciones que su anterior banda musical “Moral Distraída”, revelando que “nos enamoramos, la verdad, brutalmente”, yéndose a vivir juntos cinco meses después, en compañía de la hija de la actual ministra.
“Fue un cambio fuerte, pero fue lo más amable que ha podido ser porque la Cami es bacán, porque Adela es dulce y porque Julio, el papá de Adela, es un bacán también. Nos llevamos todos muy bien”, aseguró.
Al conversar sobre si la llegada de Camila al gobierno a intervenido en algo en su relación, Abel indicó que “hay cosas que han cambiado su forma, pero no ha mermado, porque la Cami es de esas personas que puede ver una película, después va al cumpleaños de un amigo, y al otro día en la mañana se despierta, corre siete kilómetros, se va a trabajar otras ocho horas, llega a casa y tiene siete seminarios. Yo no soy de esa gente y no sé cómo lo hace”.
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