Click acá para ir directamente al contenido
PURANOTICIA TV ×
PURANOTICIA TV EN VIVO
Editorial: Los damnificados clase B de Viña del Mar

Editorial: Los damnificados clase B de Viña del Mar

  • Compartir en Whatsapp
  • Compartir en LinkedIn

Editorial: Los damnificados clase B de Viña del Mar
Martes 9 de septiembre de 2025 19:00
  • Compartir en Whatsapp
  • Compartir en LinkedIn

visitas

306 familias que residen en el edificio Euromarina II de Reñaca tuvieron que abandonar sus departamentos tras la declaración de inhabitabilidad que emitió la Municipalidad de Viña del Mar, debido al socavón que dejó un sistema frontal ocurrido en junio del 2024.

En aquella oportunidad el informe municipal estableció que "el socavón se encuentra bajo la edificación de la placa central, entre los ejes 15 y 20 del plano de proyecto de estructuras". Ante estos riesgos, el municipio “declaró inhabitable en forma total todas las torres del edificio Euromarina II”, por lo que la edificación debió ser desalojada.

Pero ¿dónde se fueron las 306 familias en junio del 2024? Lo concreto que sus destinos fueron todos dispares, no recibieron ningún tipo de ayuda estatal. Ningún subsidio de arriendo, por ejemplo, nada de nada, y tuvieron que costear absolutamente todo por más de un año.

Este mes de septiembre estas 306 familias están de vuelta en sus departamentos luego que el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) validó las reparaciones de la torre, estableciendo que se encuentra estructuralmente seguro.

Lo paradojal de esta historia es que el propio administrador del edificio culpó en su minuto al propio Serviu de lo sucedido aquel mes de junio del 2024, y que se revivió nuevamente en marzo de este 2025, fue en aquella oportunidad que se dijo que "al parecer el Serviu no activó el sistema de extracción de aguas lluvias que está activado por la otra emergencia arriba, y se nos vino un alud de agua con barro por toda la ladera contra el edificio".

Lo concreto es que ninguno de los habitantes de este edificio es culpable del socavón. Ninguno de los que vivían ahí tenían la culpa de la inoperancia de Serviu, pero todos tuvieron que costearse por un año al menos su vida en otro lugar. ¿Quién paga todo eso?

Lo sucedido en Reñaca refleja una realidad distinta y poco igualitaria en relación a otras vecinas y vecinos que también han vivido una catástrofe. Tener que salir de tu departamento por peligro que se caiga el edificio debido a la poca capacidad de la misma autoridad de activar de buena manera la extracción de aguas lluvias, lleva consigo un año de duras penurias de estos vecinos. Muchos de ellos adultos mayores. Cuesta creer que las diferencias sociales queden tan expuestas en este caso, y que no hayan recibido ayuda del Estado. ¿No la necesitaban? ¿O por vivir en Reñaca su condición es distinta? ¿No tuvieron estas 306 familias su propia catástrofe al salir por un año de su hogar?

Una realidad que nos demuestra que no solo en los incendios hay diferencias entre los damnificados cuando se trata de catalogarlos de hábiles o inhábiles, acá también está el mejor ejemplo que los vecinos del Euromarina II fueron unos damnificados clase B, sin derecho a ningún tipo de ayuda.