Estamos a menos de ocho días de finalizar el año 2025, han pasado 22 meses desde que se registró el mayor desastre de los últimos 30 años en Viña del Mar y Quilpué, y ya no hay nada que nos obstaculice decir que la reconstrucción del megaincendio está fallida. No fue posible concretarla.
La salida de Patricio Coronado del cargo de Gerente de la Reconstrucción, no es más que un símbolo de la inoperancia de un Gobierno que no supo darle solución a la gente. Nadie puede desconocer que se intentó avanzar, pero tampoco nadie puede lograr defender un proceso que ha sido doloroso en todo aspecto.
Primero doloroso en el aspecto humano, el perder 138 vidas y, sumado a eso, una incertidumbre que, 22 meses más tarde, se mantiene en cientos y miles de personas que desde aquel 2 de febrero del 2024 no han podido volver a la normalidad, mientras que quienes debían ocuparse de devolverles la normalidad siguen campantes por la vida sin ningún tipo de responsabilidad asumida, cobrando sus sueldos millonarios mes a mes, y sin nadie que asuma la culpa, sin nadie que pida disculpas o perdón a las familias.
Patricio Coronado no es el culpable de la fallida de reconstrucción, pero será sin duda el símbolo de la incapacidad. En su persona quedará impregnada la incapacidad de todo un Gobierno, pasando por tres ministerios y una serie de funcionarios regionales, que vieron pasar el tiempo sin dar con el resultado para el cual fueron contratados.
Solo Coronado cobró un sueldo mensual de más de 7 millones mensuales, 155 millones en total. Y de la noche a la mañana renunció, y lo que resulta quizás más grotesco, el mismo día encontró trabajo en otra repartición estatal, esta vez en como Jefe de Administración y Finanzas del Gore Metropolitano.
Coronado nunca tuvo capacidad real de decisión, no tenía autonomía, fue incapaz de destrabar los principales nudos de la reconstrucción. Análisis realizado por los mismos afectados. Sin embargo, su “pomposo” título era el de Gerente de la Reconstrucción.
La tarea quedó inconclusa, y será el próximo Gobierno de José Antonio Kast quien tendrá que probar una nueva receta. Los augurios para la región no son buenos. El más probable nuevo Ministro de Vivienda dicen que será Iván Poduje, un profesional del cual nadie duda de sus conocimientos en urbanismo y vivienda, pero que también todos conocen su carácter y la imposibilidad que se le ha visto en trabajar en unidad política. Si fue complejo ver trabajar de la mano a la alcaldesa de Viña del Mar con Coronado o el propio Ministro Montes, será imposible verla trabajar con Poduje, no olvidemos que fue quien le compitió en la alcaldía.
Nadie tiene la receta de cómo saldremos de la reconstrucción. Quizás un nuevo Gerente ahora con mayores competencias y atribuciones, o volver a la figura del delegado presidencial de la reconstrucción sea el camino correcto. Lo concreto es que cumpliremos dos años en febrero del megaincendio y no hay solución. La posta ahora la tiene Kast, veremos si será Poduje el hombre que solucione lo que este Gobierno no fue capaz de hacer.