
Este martes 1 de julio del 2025 podrá ser una fecha histórica para la región de Valparaíso. Para ser más específicos, para la zona metropolitana de la región. Con bombos y platillos se comunicó a la opinión pública el vamos a la esperada y ansiada licitación del transporte público en las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Concón, Quilpué y Villa Alemana.
Y cuando decimos “bombos y platillos”, es porque así fue. El propio Ministro de Transportes junto al Ministro del Interior estuvieron de paso por la región para dar a conocer el bombástico anuncio. Eso sí, comenzó con una gran falla de audio su lanzamiento, lo que no nos permitió conocer en detalle el proceso. Esperamos que esto no sea un mal augurio de lo que vendrá.
Nuestras comunas llevan años esperando un proceso que venga a renovar el sistema de transporte público que, pese a que somos la segunda región después de Santiago, hemos sido postergados en esta línea. Ya vemos renovados sistemas de transportes en el norte, próximamente Copiapó se transformará en la primera ciudad de Sudamérica en contar con un 100% de transporte eléctrico. Qué hablar del sur del país, ciudades como Talca que ya hace años ven en sus calles renovados buses, nuevos sistemas de pago, en cambio nosotros tenemos un paupérrimo servicio, lleno de informales, baja fiscalización, en resumen, un pésimo servicio.
Lo que nos promete esta nueva licitación es una pequeña luz de esperanza. Nos dice que por allá por diciembre del 2026 es posible, siempre y cuando todo salga bien, tendremos un tercio de la flota renovada, un alto porcentaje será de buses eléctricos, pero nos enteramos hoy que esta licitación no incluye un cambio en el proceso de pago. Esto irá en un carril distinto, dicen.
Lo que espera el Gobierno actual es que antes de dejar el mandato en marzo del 2026 sean licitados las dos unidades de negocios y los 39 nuevos servicios en total. Pero tal como lo mencionamos recién, en unos 18 meses más y en forma gradual comenzarán a operar.
Esto significa que de aquí a diciembre del 2026 todo seguirá igual en nuestras calles y en nuestros paraderos. Seguirán las locas carreras, seguirá no habiendo micro después de las 19:00 horas en un vasto sector de la población.
Los hechos ocurridos en esta licitación nos ponen en alerta. Más allá del vergonzoso problema de audio de hoy en su lanzamiento, nos queda en el tintero lo de la toma de razón de las bases en Contraloría, no entendemos que pasó, qué sacaron, qué salió en un día, etcétera.
No tenemos certeza que el proceso vaya a funcionar. No tenemos certeza que de aquí a finales del 2026 tendremos al menos un tercio del transporte metropolitano de la región renovado. Pero sí sabemos que al menos en el resto de la región, como en la provincias de Quillota, San Felipe o Los Andes, todo seguirá igual. Que no tenemos una visión de región para solucionar el transporte de nuestros habitantes. Que entre Viña y La Calera seguiremos esperando el tren mientras viajamos apretujados en la única línea de buses.
En el fondo, esta licitación parece ser una verdadera aspirina para el gran dolor que tenemos. Esperemos que al menos, esta pequeña dosis pueda aliviar lo que es el mayor problema de niños, niñas, estudiantes, trabajadores, todas las mañanas y todas las tardes. No olvidemos que el transporte en la región de Valparaíso es quizás un problema más grande que la propia seguridad o delincuencia, es un dolor diario de nuestra gente.