
Son muy pocas las posibilidades de ver a un equipo de fútbol chileno en instancias internacionales, nos sobran dedos de la mano para contar cuántas veces uno de nuestros grandes se ha alzado como campeones Sudamericanos.
El 5 de junio de 1991 fue Colo Colo alzando la histórica Copa Libertadores, y el 14 de diciembre del 2011 Universidad de Chile hizo lo suyo con la Copa Sudamericana. Sin embargo, este 2025 ambos clubes han sido protagonistas en las mismas copas internacionales de sendos desmanes.
El primer caso ocurrió en nuestro país en el encuentro de Colo Colo con Fortaleza de Brasil el pasado 10 de abril, en aquella oportunidad fallecieron dos jóvenes hinchas albos de 12 y 18 años.
Lo ocurrido la noche de este miércoles en Buenos Aires, protagonizado por hinchas azules, es un segundo episodio que enluta al fútbol nacional. Si bien lo de Argentina para muchos es un ataque irracional de la hinchada de Independiente, lo cierto es que nadie puede dudar que lamentablemente hinchas albos y azules tienen un mal comportamiento en las barras.
Tampoco se puede generalizar, la noche de este miércoles en el Estadio Libertadores de América también habían familias azules, niñas, niños, mujeres y jóvenes, pero además un puñado de hinchas azules que incitaban al desorden, quienes se encontraron con una verdadera manada de delincuentes argentinos que, disfrazados de hinchas del fútbol, arrinconaron a los chilenos hasta obligar a uno de nuestros compatriotas a lanzarse al vacío.
Cuando aquel registro audiovisual se viralizó en redes sociales, todos pensamos lo peor, por eso en un principio se habló de muertos. Sin embargo esto no baja la gravedad de los hechos ocurridos al interior de un recinto deportivo, los cuales no deberían tener lugar.
Lamentablemente se repiten los protagonistas, hinchas chilenos, hinchas de los dos clubes más populares de nuestro país ¿Es una constante o simple coincidencia? No podemos ser ciegos, y no darnos cuenta que lamentablemente el lumpen se apropio de nuestras barras. Hoy llegar hasta un estadio, ya sea en tierras nacionales o extranjeras, acompañando a uno de los clubes más populares del futbol nacional, es una verdadera odisea.
Actualmente ir a un estadio a ver a Colo Colo o Universidad de Chile, no podemos obviar la palabra "peligro". Nadie nos puede garantizar que, al sentarnos en una galería junto a esa barra será sinónimo de una experiencia grata de ver un espectáculo deportivo. Lo sucedido la noche de este miércoles en Argentina no es más que la comprobación que el fútbol ha sido secuestrado por el lumpen. Una tónica que no solo se repite en Chile, sino que también ha traspasado nuestras fronteras.