
El verdadero drama que viven más de 4.500 familias, en total más de 11 mil personas en el llamado campamento más grande de Chile, hacemos referencia a la megatoma de San Antonio, el que es un verdadero dolor de cabeza no solo para sus protagonistas, sino que también para el ministro de viviendas Carlos Montes.
El ministro a sus 79 años, ha tenido un año complejo, no solo ha tenido que lidiar con la reconstrucción de Viña del Mar y Quilpué, sino que ahora tiene que ocuparse de un problema que puede ser emblemático, eso si se encuentra una solución.
En conversación con Puranoticia.cl, la delegada del ministerio Gloria Maira, nos comentó que la ampliación del plazo para evitar el desalojo de la megatoma, nos genera una ilusión de poder llegar a un acuerdo y dar solución a esas más de 11 mil personas.
Haber ordenado a esas más 4 mil familias en un proceso de cooperativas para que puedan comprar el terreno donde tienen edificadas sus casas, podría entregarles un nivel de solución que abriría una luz de esperanza para otras cientos de tomas en nuestro país, en especial a las que se encuentran asentadas en Viña del Mar.
El modelo que busca el ministerio no es otro del que se ocupaba en la década de los setenta en Chile, cuando el Ministerio de Vivienda no existía como tal, sino que habían instituciones como la Corporación de la Vivienda de Chile (Corvi) o la Corporación de Servicios Habitacionales (Corhabit), que tenían un sistema de postulación y entrega de viviendas muy distintas a la que tenemos en la actualidad en nuestro país.
Hoy Chile, entre sus principales problemas tiene el acceso a la vivienda, la mayor problemática se da porque existe un escaso acceso al crédito bancario, la precaria bancarización de las familias chilenas sumado al diverso endeudamiento que las tienen los boletines comerciales, no permite tener el boleto a la ansiada vivienda propia.
Por eso es muy importante el rol que tiene que tener el Ministerio de Vivienda en dar soluciones viables y concretas para que miles de chilenos puedan lograr la ansiasa casa propia.
Posterior a la pandemia comenzamos a tener un escenario complejo en la territorialidad chilena. No fueron uno los campamentos, sino cientos que aparecieron en diversas partes de nuestro país. Haciendo una bajada regional nos encontramos con campamentos en San Felipe, Quilpué, Villa Alemana, Viña del Mar y Valparaíso, muchas de ellas son tomas emblemáticas como es el caso de la familia Correa de Concón.
Todos estamos de acuerdo que las tomas en general son una problemática social que va más allá de la dignidada de las personas por tener la casa propia, sin embargo el Estado debe hacerse cargo de entregar una solución.
De llegar a un acuerdo en la megatoma de San Antonio, podemos tener un instrumento que va a cambiar la política pública de vivienda en el país. Por un lado puede ser peligroso, ya que cualquier persona que se vaya a tomar un terreno pude esperar que el Estado le compre la propiedad y le encuentre una solución, sin embargo no podemos ser ciegos que justamente es el Estado el que tiene que ocuparse y preocuparse de entregar el acceso necesario a todas las personas para que tengan ese techo propio.
No se trata de un pensamiento de derecha o de izquierda, sino que un derecho propio que tiene cada chileno, y por qué no decirlo cada extranjero que ha elegido nuestra patria como su hogar.
Esperamos con esperanza que el próximo 3 de septiembre, fecha límite que se dio el Ministerio de Vivienda para solucionar la megatoma de San Antonio, sea el inicio de una solución que miles de chilenas y chilenos esperan.