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Editorial: Navidad: Una lección de humildad envuelta en amor

Editorial: Navidad: Una lección de humildad envuelta en amor

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Editorial: Navidad: Una lección de humildad envuelta en amor
Miércoles 24 de diciembre de 2025 17:30
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No hay dudas que la Navidad es una de las fiestas más importantes a nivel mundial. No solo necesitas creer en Dios para celebrarla. Los regalos, los árboles con luces y cientos de viejitos pascueros corriendo de lado a lado en búsqueda del obsequio prometido, qué hablar del gasto familiar, que durante diciembre sin dudarlo se eleva a las nubes. Pero ¿eso es Navidad?

Si nos vamos al sentido religioso esta fecha nos recuerda el nacimiento del Niño Jesús. En la Biblia es Lucas en el capítulo dos, entre los versículos 1 y 20, quien nos cuenta detalladamente aquel momento. Aquel texto nos pretende hablar de la humildad, a los hombres y mujeres de Fe se nos habla de aceptar la voluntad de Dios, a obedecerlo y a creer en él.

Pero la Navidad traspasa más allá inclusive de aquel mensaje. Estas fechas tienen una extraña forma de desarmarnos, de desnudarnos. ¿Por qué Dios elige mostrarse de la manera que eligió en Belén?

Si la idea de Dios hubiese sido impresionarnos, habría escogido quizás un palacio o un castillo para que su hijo naciera. Si nos hubiera querido intimidar, nada le hubiera costado la creación de un ejército y “probar” su fuerza, pero todo parece indicar que lo que se buscaba de esta fecha era la entrega de un mensaje que se centra en dos conceptos claves: Humildad y Amor.

Volviendo a la historia que nos cuenta Lucas en la Biblia, esta nos indica lo que le ocurre a un niño, a una madre, a un pobre, a un extranjero. ¿No parece conocida la historia 2025 años después? Si uno logra una empatía con aquel momento en ese pesebre sin duda que cualquier atisbo de soberbia que exista dentro de nosotros queda sin argumentos.

¿Con qué cara podemos mirar por encima del hombro a nuestros pares, si Dios eligió el camino de la sencillez? La Navidad es mucho más que los adornos o las figuras o los regalos. Es una crítica dura, real y consiente a nuestras jerarquías de vanidad. Al culto de la apariencia, del éxito ruidoso, de la superioridad moral.

Si el ser más grande del universo elige un pesebre para mostrarse al mundo, ¿qué nos queda a cada uno de nosotros? El concepto de la humildad es quizás el mayor mensaje que debe hacerse palpable año tras año en estas fechas. Pero una humildad bien entendida. La sencillez, el respeto, pero, por sobre todo, la apertura hacia los demás es la base de una característica humana que nos cuesta atesorar y entender. Ser humilde no es sinónimo de debilidad, al contrario, sino de tener la inteligencia emocional necesaria para valorar al otro, admitir nuestros propios errores y construir relaciones sanas.

Este año 2025 Chile cierra un ciclo en donde nos enfrentamos políticamente en una dura elección presidencial entre los dos extremos más duros que tanto nos dividieron. Pero todo parece indicar que con humildad es como se fortalece también nuestra democracia. Así como nos sorprendió el primer discurso de Kast como Presidente electo, también nos sorprende gratamente su encuentro en La Moneda con Boric y ahora con Bachelet. No hay vanidad, no hay soberbia, hay humildad.

Es justamente ese mensaje el que Dios nos buscó entregar con el nacimiento de Jesús en Belén, y el que esperamos que represente a nuestra sociedad exitista que tanta humildad le falta. Feliz Navidad, y busquemos cuál es el verdadero significado que queremos para los nuestros sea el símbolo de esta festividad.